12 ejemplos de NFT muy curiosos, productos caros pero intangibles

Las siglas NFT se refieren a Non Fungible Token, literalmente símbolo no consumible, e identifican activos no tangibles que pueden comprarse y venderse. El mercado les atribuye un valor aunque no son objetos ni servicios sino simplemente representaciones digitales que no se deterioran por el uso y pueden replicarse sin deterioro: un meme, un MP3, un skin para un videojuego… la imaginación es el límite.
Comprar un NFT supone ser propietario único de un archivo original replicable por cualquiera
Lo que les confiere valor es el convencimiento por parte de quienes están dispuestos a pagar una cantidad por ellos de que tienen ese valor, pero dado que son replicables sin merma sobre el original hay que garantizar la exclusividad de la propiedad sobre el contenido original, lo que se hace mediante el registro a través de tecnología blockchain de la titularidad del archivo original. Con lo cual se cierra el círculo que vincula habitualmente la compraventa de NFT con el uso de criptomonedas como Blockchain, Cardano o Ethereum.
Uno de los campos donde más éxito está teniendo este particular mercado es en el arte, de hecho incluso la popular casa de subastas Christie´s también ha servido para que se produzca una de estas transacciones donde grandes sumas de dinero cambian de mano sin que muchos entiendan el valor que se le otorga al objeto del negocio, dando origen a una etiqueta que no va a tardar en sonar a todo el mundo: el criptoarte.
Por proyectarlo aún más al futuro, una empresa de Hong Kong, Hanson Robotics, ha desarrollado un androide femenino, Sophia, que mediante su brazo robótico y gracias a la inteligencia artificial, es capaz de pintar retratos que se están vendiendo como NFT en subastas.
Pero no solo en el arte pueden encontrarse algunos de los NFT más singulares, sino que en muchos otros campos han salido a la venta últimamente símbolos no consumibles que también son muy curiosos. Repasamos 12 de los más interesantes:
-El primer tuit de la historia, recién subastado por Jack Dorsey (CEO y fundador de Twitter) y que ha sido adjudicado a cambio del equivalente a 2.915.835,47 dólares en Ethereum, una de las criptomonedas más populares junto con el Bitcoin.
just setting up my twttr
— jack (@jack) March 21, 2006
-El meme del gato volador: Nyan Cat, un gráfico en 8 bits vendido por $590.000 y que al menos para sus compradores (y el resto de los participantes en la transacción) tiene el valor de que la titularidad del archivo original consta en un archivo descentralizado basado en Blockchain como una propiedad.
-«Morons (white» de Banksy). En el mundo del arte parece más orgánica la transición desde las subastas de cuadros y esculturas tangibles a la de representaciones simbólicas. Es lo que ha sucedido con esta pintura del anónimo artista callejero Banksy. Inicialmente se adquirió en una galería de Nueva York para ser posteriormente incinerada y, ya «desmaterializada», se convirtió en un NFT vendido tres días después por 400.000 dólares.
-Daft Punk by Lohan. La actriz Lindsay Lohan vende como NFT una imagen del recientemente disuelto duo francés de música electrónica Daft Punk por 15.000 dólares.
-«N.F.T.-N.R.G.» es el título de un tema musical del grupo Disclosure que se vende por 55.721 euros, muy lejos de los 0,99 euros por canción con los que iTunes revolucionó la industria de la distribución musical.
-El primer disco NFT es el nuevo trabajo del grupo de rock Kings of Leon, que anunció a comienzos de marzo la venta de su nuevo álbum mediante NFT, convirtiéndose en la primera banda musical en hacerlo.
-Muebles virtuales. A medio camino entre la decoración y los SIM, el diseñador Andrés Reisinger ha vendido diez muebles virtuales por 400.000 euros en una subasta online.
-Filtro de calzado. Por su parte Gucci vende unas zapatillas virtuales en formato NFT a cambio de doce millones de dólares con el objetivo de poder usarlas a modo de filtro en personajes de videojuegos.
-Portadas de Time. La célebre publicación subastará algunas de sus portadas más icónicas, incluyendo la primera que publicó en que sólo aparecía texto y ninguna imagen, publicada en 1966 y donde, sobre fondo negro (y bajo el sempiterno título en blanco del semanario) podía leerse en caracteres rojos «Is God Dead?» (¿Ha muerto Dios?). En estos momentos la puja más alta alcanza los $16.955 y la subasta sigue abierta.
-El amo del deporte. Otro de los sectores en incorporarse (y no será el último) es el de comercializar con la propiedad de instantes únicos de acontecimientos deportivos. Un ejemplo: ser el propietario de un mate de LeBron James le ha costado a alguien que ha querido (y podido) pagarlo $208.000.
-«Everyday: The First 5.000 Days» es sin duda el ejemplo más impactante es el del artista Beeple (Mike Winkelmann) que ha subastado en Christie´s su obra digital , un collage con 5.000 imágenes tomadas a lo largo de 5.000 días, que fue adquirida por 69 millones de dólares. Anteriormente el mismo artista ya había vendido como NFT diversas obras, incluyendo un vídeo de diez segundos por 6,6 millones de dólares.
-El garabato de un puente. Como colofón, el ex-Monty Python John Cleese vendía originalmente por $50.000 en formato NFT una ilustración ridículamente sencilla, con apenas una docena de trazos, hecha por sí mismo representando un puente y que guarda en su iPad. Tras la compra de la obra «Everyday: The first 5.000 days» ha subido el precio hasta situarlo 50 céntimos por encima, es decir 69.346.250,50 dólares.
Se trata, sin duda, de una nueva tendencia de comercio electrónico y virtual donde al menos por el momento están comenzando a moverse cantidades cada vez mayores en ámbitos cada vez más diversos. Mientras, algunos se preguntan si no tiene todo el sentido pagar todas estas NFT con criptomonedas y los más escépticos razonan que no deja de ser pagar humo con humo y ya auguran una futura burbuja mientras las transacciones se multiplican.