Empleados de Google creen que se sigue desarrollando el buscador censurado para China

Google aseguró el año pasado -tras ser objeto de críticas, incluso por parte de sus propios empleados– que abandonaba el proyecto de crear un buscador censurado en China, que pasase los férreos controles que el gobierno del país asiático impone a todas las empresas de Internet.
Google ha señalado que el proyecto Dragonfly está totalmente parado
De hecho, en China no se puede utilizar Google, está prohibido. Por eso la compañía estuvo trabajando en un buscador «mutilado», cuyo nombre en clave era «Dragonfly» y que tenía previsto silenciar determinados términos que pudieran ser poco agradables para las autoridades del país, como Tibet o Plaza de Tiananmen. Sin embargo, ante las protestas abandonó el proyecto…
Así lo aseguró el CEO de la compañía, Sundar Pichai ante los organismos reguladores de Estados Unidos. «No hay planes para lanzar un motor de búsqueda censurado en la actualidad», reconoció.
Las autoridades parecieron creer sus declaraciones, pero no así algunos de sus empleados, que han seguido ojo avizor, analizando todo movimiento de la compañía en este sentido. De hecho, algunos de ellos han señalado que el código de Dragonfly se ha seguido desarrollando internamente y de manera silenciosa.
Según han denunciado, han encontrado más de 500 cambios realizados en el código durante el pasado mes de diciembre, y más de 400 durante el mes de enero. Eso parece indicar que el proyecto no está muerto del todo. Además, afirman que más de 100 empleados trabajan todavía en Dragonfly, aunque no se comunique oficialmente.
Google, en esta ocasión, ha salido al paso de las acusaciones, calificándolas de «especulaciones sin ninguna base». Según la compañía, «no hay ningún trabajo desarrollándose alrededor de Dragonfly y los miembros del equipo han sido recolocados en otros proyectos«.
A pesar de todo, los empleados de Google -cuya identidad, por razones obvias, no ha trascendido- continúan sin creer a su propia empresa.