Otter, la app que transcribe las conversaciones, plantea problemas de privacidad

Probablemente los periodistas y los trabajadores de la comunicación tengan Otter entre sus más destacadas herramientas, pero quizá sea una aplicación desconocida para el resto de usuarios. La app permite lo que cualquier estudiante agobiado ha deseado siempre: que la voz se transforme automáticamente en texto.
Otter emplea Inteligencia Artificial para proponer palabras dentro del contexto
De esta forma, las transcripciones para entrevistas pueden verse reducidas, en tiempo, a unos pocos minutos, cuando antes podían suponer la parte más larga de la confección de un artículo, por ejemplo.
La Inteligencia Artificial o AI juega un papel clave a la hora de componer frases escritas a partir del audio; las grandes compañías están centrándose de manera casi exclusiva en mejorar sus ofertas en función de los audios y los vídeos, como podemos ver con los lanzamientos casi simultáneos de los altavoces inteligentes.
Encontrar una grabadora que transcriba en Google Docs supone todo un reto, puesto que no hay mucho abanico de opciones gratuitas, y las que hay no siempre aciertan al transcribir. Un error en la transcripción puede acarrear grandes problemas al profesional, así que muchos deciden no jugársela.
De momento Otter no es muy conocida porque debutó en el Mobile World Congress celebrado recientemente en Barcelona, pero puede suponer una revolución para el sector periodístico y estudiantil. Eso sí, poco han tardado en señalarse ya los primeros grandes errores de la app: según sugiere el portal CNET, se almacenarán las conversaciones que se transcriban, suponiendo una importante brecha en la privacidad de cada usuario.
No obstante, los desarrolladores aseguran que no tienen intención de hacer tal cosa, dado que no van a emplear la temática de las transcripciones de cada usuario para establecer un perfil que vender a terceros para explotar la publicidad individualizada.
Parece que Otter tendrá que explicitar esta información en su política de uso, en donde de momento no se habla de lo que le sucede al material que se graba. La problemática de la privacidad afecta últimamente a las nuevas aplicaciones: Vero es otra de las que recibe críticas constantes por la dificultad de eliminar las cuentas creadas. Todas las posibilidades que genera la AI y que sirven para simplificar nuestras tareas parecen venir, sin embargo, con una contrapartida: cada vez es más difícil escapar al control de terceros.