Adiós definitivo a los CAPTCHA de seguridad
Durante años, tener que dar confirmación de que en efecto no somos un robot con aviesas intenciones ha irritado a millones de usuarios de Internet. Ahora parece que Google tiene la clave para evitar el tedio: el nuevo CAPTCHA invisible ha llegado para quedarse.
Google analizará cómo movemos el ratón por la pantalla para distinguirnos de un robot
CAPTCHA es un acrónimo creado con las siglas de Completely Automated Public Turing Test to tell Computers and Humans Apart (en castellano Test de Turing Completamente Automatizado para separar Humanos de Ordenadores), y lleva usándose durante años como medida de seguridad en distintas páginas web. Frases tachadas, una composición de números y letras con diversos grados de dificultad… todo para detectar los patrones de una actividad maliciosa o llevada a cabo por robots.
Pero todo apunta a que perder tiempo dudando sobre qué palabra es en realidad la que aparece en pantalla va a ser muy pronto cosa del pasado. Google ha lanzado una nueva versión de este tipo de test, denominado “invisible reCAPTCHA”, que elimina el proceso de escribir palabras, hacer clic en recuadros o discernir entre imágenes.
A partir de diferentes datos como la forma en la que movemos el ratón, cómo hacemos clic en las opciones de la web o la información que Google ya almacena de por sí sobre nosotros, podrán distinguir entre el usuario real y el robot.
Google compró en 2009 uno de los mayores proveedores de este tipo de test en el mundo, la empresa reCAPTCHA, y desde entonces trabajan en mantener el nivel de seguridad sin resultar pesado para los usuarios.
Desde 2014 en algunas páginas web podemos toparnos con, simplemente, una cuestión a priori fácil de responder: ¿Eres un robot? Con solo pulsar una tecla, el sistema detecta el lugar exacto en donde se ha hecho clic. Los robots, por ejemplo, siempre tenderán a hacerlo justo en mitad del recuadro disponible.
Con el aumento del uso de los smartphones a la hora de navegar por Internet, también se han rediseñado este tipo de test para hacerlos más amenos. Por ejemplo, existen CAPTCHAS que piden al usuario distinguir entre varias fotografías, entre distintos tipos de animales, o seleccionar la palabra que no encaja dentro de una serie.
Con intenciones de evitar ciberataques o robos, lo cierto es que casi todos hemos pasado un test CAPTCHA alguna vez. Algunas páginas web, especialmente las de venta de entradas para espectáculos, por ejemplo, cuidan que los visitantes sean reales, pues un ataque supondría la pérdida inmediata de la confianza por parte de los clientes que deben dejar por escrito el número de su tarjeta de crédito, por ejemplo.