Qué hacer si recibes amenazas por WhatsApp

Amenazar a alguien, a través de cualquier canal, es un delito. Ya sea en persona, por carta, por redes sociales o por WhatsApp, da lo mismo. En todos los casos, se trata de una acción delictiva que tendrá sus consecuencias para quien la realiza.
Amenazar a través de WhatsApp es un delito, igual que si se realiza a través de redes sociales
Hay quienes piensan que al hacerlo amparándose en el anonimato de las redes sociales o mediante un envío manipulado en WhatsApp pueden salir indemnes, pero no es así. El Código Penal recoge en el artículo 171.1 el delito de amenazas a través de WhatsApp, al que califica como un delito leve.
Sin embargo, si se trata de una amenaza de muerte, de la solicitud de dinero a cambio de no revelar información (extorsión) o de amenazas a niños o relacionadas con violencia de género, podría ser considerado un delito grave.
Aún así, debes saber que un delito leve puede conllevar penas de hasta tres meses de cárcel, por lo que no ha de ser tomado a la ligera. Los insultos no están tipificados en el código penal, pero sí las calumnias, injurias, la extorsión (ya sea de tipo sexual -lo que se conoce como sextorsión– o de cualquier otra índole y se encuentran incluidas en el artículo 243 del Código Penal) y las amenazas.
Si recibes amenazas a través de WhatsApp, lo más recomendable sería buscar un abogado y denunciar ante la Unidad de Delitos Telemáticos de Policía o Guardia Civil.
Nunca debes responder a la amenaza con otra, mejor deja de contestar a esa persona y guarda todos los mensajes por si tuvieras que usarlos como prueba en un proceso judicial. Debes mantener la calma y pedir asesoramiento a un profesional especializado mientras reúnes todas las pruebas posibles.
Ten en cuenta que puedes hacer capturas de pantalla, pero si las compartes con otra persona, tendrás que respetar la identidad de la persona que supuestamente realiza las amenazas. No compartas su nombre o cualquier otro dato personal, porque si no, podrías incurrir en un delito.
Además de guardar capturas de pantalla, piensa que se podría considerar que éstas han sido manipuladas -al final no deja de ser una imagen- por lo que no borres tus mensajes de tu cuenta de WhatsApp. También puedes comentar con otras personas la situación que estás viviendo, pero sobre todo, denuncia y busca la ayuda de un abogado especializado que entienda la naturaleza de tu caso y te explique la mejor forma de proceder.