Así es, por dentro, el centro logístico robotizado de Amazon en Murcia

Para hacer llegar a sus clientes las mercancías de la forma más rápida y efectiva, Amazon cuenta con distintos centros logísticos, muchos de ellos robotizados, situados de manera estratégica en nudos de comunicaciones que permitan que los productos lleguen de la manera más veloz a sus destinatarios.
Las estanterías en los centros logísticos Amazon son móviles, desplazadas por robots que las trasladan hasta la línea donde los operarios manejan las mercancías
El último de estos centros logísticos robotizados en inaugurarse está ubicado en la localidad murciana de Corvera, en unas instalaciones adyacentes al Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, y situado a medio camino entre la capital de la Región y Cartagena, importante puerto de mercancías, por lo que se configura en medio de una privilegiada conexión aérea, marítima y terrestre con el sureste de España y con el resto de Europa y el mundo.
Denominado RMU1 por el indicativo del aeropuerto internacional junto al que se sitúa, este centro logístico robotizado tiene más de 160.000 m² y amplía las instalaciones en Murcia de Amazon, puesto que a 200 metros ya cuenta con una estación logística de última milla, inaugurada el pasado año 2020. En un plazo de tres años estas instalaciones ocuparán a 1.200 empleados fijos que se integran en una plantilla de más de 15.000 empleados con los que cuenta Amazon en España, manteniendo la previsión de que para el año 2025 lleguen a ser 25.000 trabajadores.
En un centro logístico de estas características Amazon dispone de más de 54.000 estanterías y 2.895 unidades móviles capaces de levantar y desplazar hasta 1500 kilos de peso. El bienestar de los empleados está garantizado en su trabajo gracias a la presencia de paletizadoras y despaletizadoras robotizadas, capaces de evitar que los operarios se ven obligados a transportar pesadas cargas.
Se cuenta además con un ejército de clasificadores automatizados que también evitan tareas repetitivas como la elevación, el apilamiento, el desplazamiento o la colocación de paquetes, facilitando a los trabajadores el poder concentrarse y dedicarse únicamente a aquellas tareas que los robots no pueden asumir.
El proceso comienza cuando el centro logístico acuden los camiones con la carga, estibada en palets que son descargados y clasificados. En este caso Amazon opta por clasificar los productos en función de su forma y tamaño en lugar de hacerlo por el tipo de producto o su categoría. A continuación los productos quedan organizados en una compleja red de calles y estanterías móviles que son desplazadas de manera robotizada hasta la línea en la que están situados los trabajadores, que recogen el producto indicado mediante un sistema de señales luminosas, colocándolo en una caja que se desplaza por la línea móvil hasta la siguiente fase.

En función de que un mismo cliente haya efectuado un pedido de varios productos, se agruparán los mismos de manera que el resultado sea un único paquete por cliente. En caso contrario los envíos se empaquetan y quedan dispuestos para su transporte al lugar de destino.
En todo momento las mercancías están sometidas a un estricto seguimiento y una trazabilidad, garantizándose el anonimato con respecto al destinatario de la mercancía así como que los operarios, una vez cerrado el paquete y cuando solo falta etiquetarlo, desconocen el contenido de los mismos.
En todo momento las mercancías están sometidas a un estricto seguimiento y una trazabilidad, garantizándose el anonimato con respecto al destinatario de la mercancía así como que los operarios, una vez cerrado el paquete y cuando solo falta etiquetarlo, desconocen el contenido de los mismos. En la fase final del proceso el paquete es pesado para comprobar si coincide con la suma de los distintos productos que debe contener, y en caso de que no haya coincidencia pasará a ser abierto y revisado manualmente por un operario.
Este complejo proceso, y sujeto a la máxima mecanización, se apoya en un enorme almacén donde hay existencias de múltiples mercancías, y el sistema de gestión de envíos alcanza también al reparto entre distintos centros logísticos, de manera que en función de las previsiones por zonas siempre haya disponibilidad de existencias en todos los puntos geográficos que cubren las instalaciones de Amazon.
También gracias a la perfección alcanzada con estos complejos procesos se necesitan apenas unas horas para que las mercancías pasen desde los estantes hasta los domicilios de los clientes, como sucede con Amazon Fresh y su envío de productos frescos de alimentación.