Ciberdelincuentes rusos atacan embajadas europeas y de EE.UU.
Un grupo de ciberdelincuentes rusos ha llevado a cabo un ciberataque coordinado contra embajadas europeas y estadounidenses en Italia, Bermuda, Kenya y otros países. Mayoritariamente, los ataques han sido realizados con el envío de malware por correo.
Los ciberataques han sido dirigidos, principalmente, a las autoridades financieras de las embajadas
En concreto, los ciberactivistas han enviado malware encubierto como documentos oficiales del departamento de Estado de Estados Unidos. Al abrir este malware, los ordenadores y dispositivos conectados se han infectado y automáticamente han instalado el software TeamViewer. Dicho software permite a cualquier usuario acceder remotamente a toda la información dispuesta y/o sincronizada en el ordenador, exponiendo información privada y gubernamental.
Sin embargo, de acuerdo a las autoridades, estos ataques no están relacionados con motivos geopolíticos específicos, pero creen es posible que los autores tuvieran un interés económico detrás. De hecho, los ataques han sido dirigidos, principalmente, a las autoridades financieras de las embajadas.
Además, las investigaciones sobre los ataques han podido revelar pistas sobre el paradero de los ciberdelincuentes. De hecho, los profesionales han podido identificar a uno de ellos dentro de un foro público. En este, el usuario, identificado como «EvaPiks» se encargaba de difundir información sobre el robo de dinero y tarjetas bancarias online, lo que confirma la teoría del interés económico.
A pesar de que este tipo de ataques suelen estar relacionados con órdenes del Kremlin, en este caso, los delincuentes han sido desligados del gobierno ruso, especialmente tras descubrir que una parte de los afectados son de nacionalidad rusa.
Los investigadores también han señalado que los ciberdelincuentes han dirigido estos ciberataques a individuos específicos a través de comunicaciones personalizadas. El objetivo, en este caso, ha sido obtener información sensible o privada sobre empleados de las embajadas.
En este sentido, a pesar de que aún se desconocen las consecuencias concretas de los ciberataques, es posible que las embajadas deban lidiar con la filtración de datos personales, tanto de sus empleados como del resto de ciudadanos.