Cinco trucos fáciles para quienes cambian de Windows a Mac

No existen normas que lo expliciten pero, de alguna manera, si un usuario trabaja con un ordenador de Apple, probablemente tenga también otros dispositivos de la marca (iPhone, iPad). De igual forma sucede con los usuarios de Windows, que usualmente reniegan de la compañía de Tim Cook. Generalmente, los usuarios son fieles a su sistema operativo, pero aun así, hay quien decide dar el salto de un sistema a otro.
Cuando dejas de lado tu PC y te pasas a Apple, al encender por primera vez un Mac, puedes descubrir que las teclas han cambiado de lugar y que los comandos que tradicionalmente has aprendido a utilizar en cualquier ordenador Windows ya no se aplican en tu ordenador. Te damos algunas pistas para familiarizarte con tu nuevo equipo:
Mac ofrece más movimientos con la pantalla táctil que Windows: desplazarse entre aplicaciones, minimizar pantallas…
-En primer lugar, no se puede perder de vista la tecla command, o comando. Con ella, en Mac, se realizan las mismas acciones que en Windows con la tecla Control, al pulsar otra tecla (): copiar (C), pegar (V), cerrar la aplicación (Q), cortar (X), deshacer (Z)…. la lista completa de atajos que pueden realizarse con un par de teclas en Mac la puedes consultar aquí.
-El trackpad también supone un cambio con respecto a la que ofrecen el resto de ordenadores. Subir, bajar y desplazarse por la pantalla, además de seleccionar algo con un par de toques es todo lo que se puede hacer con los Windows, pero los Mac ofrecen mayores posibilidades en movimiento.
Clicando con dos dedos se despliega lo que equivaldría al botón derecho en Windows. Desplazando para un lado u otro tres dedos, el usuario puede cambiar entre aplicaciones abiertas. Además, para terminar de confundir al nuevo usuario, los movimientos arriba/abajo son opuestos en Mac.
-También es completamente diferente la posición de las opciones de «cerrar» o «minimizar»: probablemente, por inercia, el usuario vaya hacia el lado derecho para cerrar una página, pero en Mac estos controles se sitúan a la izquierda. Los ajustes sobre el nuevo ordenador, además, está en la parte de arriba de la pantalla y no abajo, como Windows acostumbra.
-Las aplicaciones no se instalan como en Windows: no hay pequeñas pantallas con información y una opción de «siguiente», sino que se descargan en la carpeta de «Aplicaciones» y se ejecutan, sin más. Quienes tengan también un iPhone o iPad se manejarán mejor con la App Store, la tienda de Apple donde se almacenan miles de juegos y aplicaciones de todo tipo.
-En el caso de que se necesite Windows por alguna razón, los Mac permiten instalar otro sistema operativo. Iniciando Boot Camp, el asistente guiará la instalación del nuevo sistema. Las diferencias entre Windows y Mac, aunque parecen enorme, solo son iniciales, y los usuarios se acostumbran a los cambios. Y, si no, siempre se puede volver a Windows.