¿Cómo nos afectará la nueva Ley de Copyright europea?
La aplicación de la nueva Ley de Copyright europea está más cerca -aunque aún podría tardar unos meses- después de que el Parlamento Europeo aprobara la semana pasada las propuestas presentadas a la Directiva sobre Derechos de Autor en el Mercado Único Digital.
Tras la aprobación, se abre ahora un plazo de redacción del texto definitivo, que tendrá que ser refrendado oficialmente en el mes de enero. De ser aprobado entonces, como se prevé, la norma tendrá que ser aplicada por cada estado miembro… por lo que para su aplicación real aún falta.
La aprobación de los polémicos artículos 11 y 13 establece la inclusión de un algoritmo de control previo de los contenidos en las principales plataformas online
¿Por qué nos alarmamos entonces ante la posibilidad de que entre en vigor, si es eso, únicamente una posibilidad? Porque tiene muchas papeletas de salir adelante la nueva normativa, ya que cuenta con el apoyo mayoritario de los europarlamentarios, como ha quedado demostrado en la votación de las enmiendas celebradas la semana pasada.
¿Y por qué es tan grave que se apruebe esta nueva ley? Básicamente los puntos más controvertidos son dos: los artículos 11 y 13 de la nueva Ley de Copyright europea. Según algunas asociaciones de internautas, entre las que se encuentra la Coalición Pro Derechos Digitales Europea y algunos partidos políticos (como Los Verdes o el Partido Pirata Europeo, que se muestran en contra), la ley es poco menos que una ofensa contra la libertad de expresión de los internautas.
Si es ciertamente el regreso de la censura a Internet, la situación sería desastrosa y un retroceso importante en cuanto a los derechos de los usuarios de la red de redes. ¿Por qué se dice que sería así? ¿En qué nos cambiaría la manera de entender Internet?
Básicamente en que se introducirían sistemas censores preventivos y se abriría la puerta a la introducción de un nuevo canon digital por compartir noticias en plataformas sociales. Vamos a intentar explicarlo de forma resumida:
El artículo 11 busca regular la manera en la que se comparten contenidos con derechos de autor en Internet, estableciendo que los medios de comunicación puedan cobrar a los agregados de noticias por enlazar sus contenidos. ¿Os suena? Sí, efectivamente se trata de un movimiento similar al que en 2014 se trató de imponer en España, el llamado canon AEDE o la Tasa Google, que acabó con el cierre definitivo de Google News.
En la nueva legislación -cuyo texto definitivo aún tendría que ser aprobado, recordemos- se contempla que estos agregados puedan realizar modificaciones técnicas para evitar que éstos contenidos se compartan o pagar una «tasa de enlace» por compartir esos contenidos.
Si no lo hacen, podrán compartir determinadas partes del texto, como por ejemplo, el título, pero nada más, según se dictamine finalmente en el texto de la norma. Otra opción sería llegar a acuerdos directamente con los creadores del contenido, algo a lo que la ley deja abierta la posibilidad de momento.
¿Cómo afectaría esto a los usuarios? Obviamente no serían sancionados por compartir un enlace que llevase a un texto con derechos, pero sí podrían ver cómo éste, a pesar de que pulsan sobre el botón de «publicar», no llega a ser compartido.
Esto podría afectar a noticias de otros medios de comunicación o, por ejemplo, a los memes. Resulta muy habitual que se haga uno de estos contenidos reproduciendo un pequeño sketch de una película o una serie de televisión, por ejemplo. Al ser contenidos con derechos de autor, no se podrían compartir. Es decir, adiós a todos los memes de Los Simpsons, por ejemplo.
La medida es tan restrictiva que podría darse el caso que un usuario quisiera subir un selfie desde un estadio de fútbol o cualquier otro lugar en el que se estuviera celebrando un acontecimiento deportivo o cultural… pues bien, esa imagen tampoco sería publicada, puesto que contravendría los derechos de emisión de ese encuentro en cuestión.
Suena loco, ¿verdad? Pues todo esto lleva a la aplicación del artículo 13. Para que estos contenidos puedan filtrarse antes de ser publicados, este punto de la norma obligará a las grandes empresas de Internet a desarrollar sistemas de detección instantánea de contenidos que estén protegidos por los derechos de autor.
Es decir, introducción de sistemas de censura preventiva que serían ejecutados por un algoritmo, lo que podría llevar a que muchos contenidos se retirasen sin realmente estar dejando de respetar los derechos de autor. Las máquinas no son infalibles, aunque posiblemente irían aprendiendo con el tiempo, pero, por ejemplo, tendrían que afanarse mucho para llegar a distinguir la ironía o la imitación en algunos tipos de contenidos.
Además, el desarrollo de estos sistemas supondrá a las empresas de Internet una importante inversión económica, lo que podría llevar a que se cargara a los usuarios con algún precio por utilizar los servicios y contrarrestar así el coste que han de asumir estas compañías. No sería descabellado.
Por otra parte, la norma establece que sólo las grandes empresas -Google, las principales redes sociales…- estarán obligadas a desarrollar estos sistemas de control previo del contenido, ya que reconoce que para muchas pequeñas compañías esto podría suponer la ruina y el cierre.
Entonces… también se deja en situación de desventaja a las grandes compañías, puesto que en ellas se podrá compartir -y encontrar- menos contenidos que en las de menor tamaño. Posiblemente los usuarios acudan a éstas para encontrar los contenidos que no pueden compartir en sus redes sociales principales.
Por otra parte… ¿cuál es el baremo por el que se establece que una compañía es grande o pequeña? Tampoco queda claro, de momento, en el texto de la legislación.
Quedan algunos meses para la aprobación y entrada en vigor de los textos definitivos, ahora en redacción final, pero lo que parece obvio es que la inclusión de algoritmos de censura es un recorte a la libertad de expresión en la red. Sea como sea, habrá que esperar a que se apruebe -o no- la norma para ver cómo la nueva ley acaba cambiando para siempre la manera en la que utilizamos Internet.
Esto realmente es lamentable, es entendible el echo que existen usuarios que se aprovechan de la autoria de otros pero ciertamente esta ley nos quiere vender que es por esa escuxa mas sin embargo ellos estan buscando la forma de mantener un control mas restringido sobre nosostros. esto es un adios a nuestra libertad de expresion maquillada de ley para la proteccion de derechos de autor