Cómo se recuperó la ‘dark web’ de la caída de sus dos principales mercados negros

Existe todo un mundo más allá de las búsquedas de Google y de las redes sociales, más allá de todo lo que se pueda encontrar “a simple vista” en Internet. Aunque la ‘dark web’ tiene una complejidad que va mucho más allá de ser un refugio para transacciones algo oscuras y cuestionables, lo cierto es que la venta de drogas o armas se realiza en este entorno y por ello es conocida.
Dream es ahora el mercado principal en el que comprar y vender documentos falsificados, drogas o armas
Los cuerpos de seguridad realizaron hace ahora algo más de un año una macro redada que cristalizó en la caída de dos de los mercados negros más grandes de Internet en el momento: Alphabay y Hansa.
En un entorno en el que los sitios web se caen varias veces al día, el conocido como Amazon de la ‘dark web’ estaba estructurado como la mejor compañía de ventas. En Alphabay podían encontrarse datos de tarjetas de crédito robadas, drogas, documentos de toda clase, y contactos cuestionables. Cuando los usuarios se encontraron con una semana de silencio ante un mercado virtual caído, vendedores y compradores se integraron en mercados secundarios, como Hansa.
Se supo tiempo después que Alphabay había sido intervenido por un compendio de fuerzas de seguridad, entre las que se encontraba la Europol y el departamento de Justicia de Estados Unidos, por citar algunos. Días después, Hansa cayó a manos de la policía de Dinamarca.
Esto provocó un cambio de actitud en los usuarios asiduos: la confianza no ha vuelto a los grandes mercados, que aún existen, en la ‘dark web’. Por el contrario, los interesados se citan a través de apps donde la seguridad juega a su favor, como el encriptado de extremo a extremo de Telegram. Además, existen otros mercados que ahora juegan el rol de principal sitio de encuentro, aunque no otorgan la misma confianza. El de mayor tráfico de bitcoins, por el momento, es uno denominado Dream.
Por muy espectaculares que suenen los titulares de prensa al afirmar que un mercado negro ha caído, lo cierto es que la efectividad no es tanta como parece. Evidentemente causa una ruptura en el patrón de consumo y actuación de los usuarios, pero cuando un sitio web cae, otro se alza con la predominancia, porque las acciones ilícitas siguen ocurriendo incluso sin grandes nombres detrás.
Aún queda mucho por construir para las fuerzas de seguridad en materia de cibercrimen, dado que el funcionamiento de la ‘dark web’ es similar al de una mafia organizada en el mundo offline, con redes que nunca acaban. No hay que confundirla, sin embargo, con lo que se denomina ‘deep web’: este término simplemente hace referencia a donde no llega la indexación y, por tanto, no hay nada categorizado que se pueda buscar como tal. Supone el 90% del contenido que se almacena en Internet.