«En Corea del Norte todo llama la atención y te preguntas constantemente si lo que ves es real o no»

Sara Romero Antena 3 Corea del Norte

ENTREVISTA a Sara Romero Estella, corresponsal de Antena 3 Televisión en Asia (en la imagen, junto al cámara Daniel Esparza).

Con base en Beijing (China), recientemente pudimos ver sus crónicas desde Pyongyang (Corea del Norte) al ser una de las pocas periodistas acreditadas para viajar al hermético país. Asegura que a pesar de haber visitado tres veces Corea del Norte, no sabe si allí existen las redes sociales puesto que obtener esa información es prácticamente imposible. En sus viajes, los periodistas siempre están controlados por los vigilantes del régimen. Mientras tanto, en China, donde también existe una férrea censura a Internet, los usuarios utilizan VPN para saltarse la restricción y acceder a las plataformas sociales. Además, tienen sus propios «clones» chinos de todas las principales redes sociales occidentales.

-Sara, ¿cómo consideras que han cambiado las redes sociales el ejercicio del periodismo?

-Más que cambiarlo, creo que han sumado nuevos formatos para ejercerlo y como todo en la vida, tiene sus aspectos positivos y también los negativos. En mi opinión, las redes sociales han dotado de más inmediatez a la forma en que se cuentan las noticias. Estoy pensando en Twitter y en el uso que yo misma hago de esta herramienta en la que en 140 caracteres puedes contar un titular, describir brevemente una situación y adjuntar una foto del momento o del lugar en el que estás cubriendo la noticia. Esa misma inmediatez hace que un tuit se produzca antes que un teletipo urgente por lo que si se siguen fuentes fiables, puede ser muy útil a la hora de anticiparse.

Además, bien gestionadas, las redes sociales sirven para dar un eco mayor a una buena historia porque se comparte y puede llegar a millones de personas, no solo a las que ven, leen o escuchan un determinado medio de comunicación.

En cuanto a los riesgos, destacaría que se genera tal cantidad de contenido, que muchas veces se cae en el error de generar más ruido que información, con contenido poco veraz o centrado solamente en amasar un buen número de clicks.

-¿Cómo te ayudan a ti en tu trabajo?

-En mi caso son una fuente de información muy valiosa. Aunque para usarlas en China hay que utilizar un VPN, una herramienta para saltarse la censura del gobierno, no renuncio a usarlas. En Twitter sigo a periodistas experimentados y a expertos sobre Asia cuyos artículos son una buena fuente de conocimiento para mí. Es curioso que aunque Twitter, Facebook, Instagram o Pinterest están bloqueados en China, todos los medios oficiales tienen perfiles en estas redes sociales y muchas veces anuncian las noticias de última hora a través de estas plataformas, antes incluso que en sus canales tradicionales.

Aunque en China están bloqueadas las redes sociales, todos los medios oficiales tienen perfiles en ellas

-¿A quién sigues? ¿Cuál es tu objetivo en las redes sociales?

Como decía, sigo a compañeros periodistas, españoles y extranjeros, con gran experiencia en Asia. También cuentas oficiales de periódicos, ONG que trabajan en Asia o expertos en redes sociales como tú, que también es un ámbito que me interesa. Mi objetivo es estar al día y generar contenidos interesantes desde este lado del mundo.

-¿Eres más de Twitter, FB u otra red social?

Principalmente utilizo Twitter e Instagram. Mi perfil de Twitter es más profesional pero en Instagram intento compartir todas las curiosidades de este país en el que vivo y que casi 4 años después, no deja de sorprenderme.

-¿Se puede/se debe mezclar vida personal y profesional en las redes? ¿Cuáles serían los peligros?

-Yo trato de no mezclarlo aunque ahí haría también una distinción entre personal y privado. Se puede compartir algo personal (una foto, un pensamiento, etc.) con un grupo reducido de amigos como puede ser Facebook y que no suponga ningún peligro. El riesgo viene cuando esa foto, por ejemplo, sale de ese entorno y se hace viral, pudiendo herirnos con malinterpretaciones o comentarios.

Pienso que las redes sociales son una buena oportunidad para que cada uno se cree su propia marca personal ya que a nivel profesional puede ser muy útil. Mezclar la vida personal, es una decisión de cada uno pero considero que lo privado hay que protegerlo y debe quedar fuera de las redes sociales.

-¿Crees que se les está sacando partido a las redes sociales en televisión?

-Creo que se les puede sacar más partido pero también creo que están en ello. La evolución en los cinco últimos años ha sido espectacular. No hay programa de televisión sin un hashtag o que no pida interacciones en las redes sociales. Además, las redes sociales permiten a las televisiones compartir los contenidos de sus páginas web y de sus plataformas de televisión online. Los contenidos tiene más eco y llegan a un mayor número de personas.

-¿Qué podría hacerse que no se esté haciendo?

Si lo supiera, lo patentaría inmediatamente. Creo que es una cuestión de tiempo y de ver cómo van evolucionando en su convivencia, sobre todo porque cada cierto tiempo surgen nuevas herramientas que mejoran las redes sociales y que son muy útiles para la televisión. Estoy pensando en la posibilidad de hacer streaming, por ejemplo, que en los últimos años vive un verdadero boom.

-Vives en un país en el que existe la censura en Internet, ¿Cómo afecta a tu trabajo?

Afecta mucho. Normalmente, utilizando un VPN puedes saltarte la censura sin problemas pero el gobierno chino está persiguiendo también a los VPN y hay días en que es imposible conectarlo, por lo que el acceso a las redes sociales, a agencias como Reuters o AP, a medios como The New York Times, es imposible. Además, Internet es más lento aquí y a la hora de enviar los vídeos a través de FTP, por ejemplo, siempre me dejo una hora de margen por lo que pueda pasar.

-¿Cómo lo vive la población? ¿Qué maneras utilizan para “saltarse” el control gubernamental?

La población, sobre todo los menores de 50 años que viven en las grandes ciudades, usan también VPN para acceder a la información. Pero es cierto que en el caso de las redes sociales, en China hay réplicas o espejos de todas las occidentales y los chinos las utilizan todas. Por ejemplo, Whatsapp es Wechat, Twitter es Weibo, Facebook es RenRen o Youtube es Youku. Eso resumido, porque generalmente en China hay más de una red social equivalente a una occidental.

No me atrevería a decir si las redes sociales existen en Corea del Norte o no. Es muy difícil averiguar ese tipo de cosas

-¿Por qué crees que se quiere tener control de las redes sociales?

Porque son una fuente de información tan amplia, que hay contenidos que al gobierno chino no le interesa que se compartan en China. Por ejemplo, Instagram lo censuraron a finales de 2014 porque los manifestantes de Hong Kong que pedían democracia, la utilizaban para colgar sus consignas.

-¿Son los canales oficiales en Internet utilizados como medio de propaganda?

Sin duda. Son conscientes de que son un buen vehículo para llegar a más población y lo aprovechan.

-¿Se vislumbra cierto aperturismo?

No. Desde la llegada al poder del presidente Xi Jinping, el control de Internet ha ido en aumento. No parece que nada vaya a cambiar a corto plazo. No hay más que ver los múltiples esfuerzos del fundador de Facebook por lograr que lo desbloqueen. Ha dado conferencias en chino, se ha fotografiado corriendo en pleno día contaminado en la plaza de Tiananmen, pero de momento, su red social sigue censurada.

-En Corea del Norte, donde has estado recientemente, la palabra “redes sociales”, ni existe.

No me atrevería a decir que no existen porque es cierto que, aunque he estado tres veces allí, es muy complicado averiguar ese tipo de cosas. Si que tienen su propio servicio de mensajería e incluso una página de compra online (dentro de su Intranet), pero no sé si tendrán en Corea del Norte un Facebook o un Twitter.

-¿Qué te ha llamado más la atención allí?

Uf, no sabría por donde empezar. Todo llama la atención porque uno se hace constantemente la pregunta de si lo que está viendo es real o no. Sabemos por el último informe de la ONU, que desde 2015 la precariedad va en aumento y que uno de cada cuatro niños sufre desnutrición crónica.

Sin embargo, lo que vemos en Pyongyang no se corresponde. Es la ciudad donde vive la élite y su realidad no es la misma que en el resto del país. Ahí vemos nuevos barrios con rascacielos, más tiendas y restaurantes, gente con smartphones… Si a eso le sumas que no podemos salir solos del hotel o que siempre estamos “controlados” por los “guías” del régimen, el nivel de desconfianza es mayor.

Manuel Moreno

Periodista y director de TreceBits. Experto en Redes Sociales, Internet y Tecnología. Formador y conferenciante. Colaborador en prensa, radio y TV. Autor de #LibroFollowers y otros cuatro libros de Social Media. Más información en manuelmoreno.es

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