¿Cuál fue la razón de la histórica caída de Facebook e Instagram?

Facebook y toda su familia de aplicaciones (Instagram, WhatsApp, Messenger e incluso Oculus) vivieron el pasado miércoles una jornada terrible. Estuvieron durante más de 14 horas seguidas caídas u ofreciendo problemas en el servicio que impedían a los usuarios emplear todas sus funcionalidades con normalidad.
Facebook ha dado explicaciones en un tuit, mostrando cierta indiferencia hacia el usuario a quien no pudo ofrecer el servicio con normalidad
Se trató de la mayor caída en la historia de Facebook como compañía, sólo comparable a una ocurrida en el año 2008, cuando únicamente existía la red social y tenía 150 millones de usuarios, no 2.320 millones como posee en la actualidad.
¿Qué es lo que ocurrió? Según ha confirmado Facebook en un tuit que publicó en Twitter 24 horas después de producirse la caída (es decir, ayer por la tarde), el gran apagón se produjo por un «cambio en la configuración de unos servidores».
En el mensaje no se ofrece mayor explicación, y la compañía tan sólo se limita a pedir disculpas por los inconvenientes causados y agradece a los usuarios la paciencia. Sin más.
Yesterday, as a result of a server configuration change, many people had trouble accessing our apps and services. We’ve now resolved the issues and our systems are recovering. We’re very sorry for the inconvenience and appreciate everyone’s patience.
— Facebook (@facebook) 14 de marzo de 2019
Facebook no tiene intención de dar más explicaciones sobre lo ocurrido ¿Es suficiente un mensaje así para un error que se tarda tantas horas en resolver? ¿Es suficiente explicación para una compañía que tiene 2.320 millones de usuarios? La vaga explicación no parece ser suficiente.
Imagínese que su compañía de telefonía móvil le deja sin servicio durante más de 12 horas, o una aerolínea cancela todos sus vuelos durante mediodía. Posiblemente, como consumidores, esperaríamos más que un breve tuit pidiendo disculpas. Querríamos tener una explicación. Al menos algo más que tres palabras.
Es cierto que se establece una relación comercial con estas empresas y el usuario está pagando un precio por un servicio que no se le ha ofrecido. En el caso de la red social, la relación es -a priori- gratuita, pero ya todos sabemos con qué se paga esa transacción, ese servicio que se recibe, con la información personal aportada. Es decir, también hay una relación formalizada en un contrato que se suscribe, por ambas partes, a la hora de registrarse en el servicio.
Además, son muchos los usuarios que realizan inversiones económicas en la compañía y pagan por campañas de publicidad que no se sirvieron durante más de 14 horas. Solicitar a Facebook una indemnización por las horas que no prestó el servicio sería entrar en un lío judicial demasiado difícil de desentrañar, pero sí que es cierto que la relación de los usuarios con cualquier compañía se basa en la confianza y en la transparencia.
Los usuarios de Facebook -como los de cualquier servicio que esté tantas horas inaccesible- sí merecen una explicación más detallada de lo ocurrido. La indiferencia con que Facebook trata a los usuarios, desde su posición de gigante dominante, puede que algún día le pase factura.