Detenido el mayor ciberestafador de la historia de España
Hasta 300.000 euros mensuales llegaba a facturar perpetrando estafas por Internet un joven leonés de 23 años que ha sido detenido esta semana por la Guardia Civil.
El detenido preparaba una estafa con la que pretendía ingresar más de un millón de euros el próximo Black Friday
El detenido, considerado como el mayor ciberestafador de la historia en España, se encontraba preparando una estafa online de gran envergadura de cara al próximo Black Friday, con la que pensaba obtener más de un millón de euros. Su modus operandi habitual consistía en imitar páginas web de productos informáticos y ubicarlas en dominios de Internet muy similares a los de las oficiales.
Los consumidores, confundidos, acababan realizando sus compras en estas páginas fraudulentas que, generalmente, sólo se encontraban activas durante unos días. Sin embargo, gracias a que el detenido desarrollaba campañas de marketing muy potentes tanto en redes sociales como en buscadores, lograban un buen posicionamiento.
Una vez alcanzado el nivel de facturación deseado, el joven hacía desaparecer las páginas de venta de productos de electrónica sin dejar rastro alguno. Según el Departamento de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, se habían detectado más de 30 de estas páginas web creadas por el joven leonés, sobre el que ya pesaban más de 25 órdenes judiciales de detención, así como por otras personas que colaboraban con él.
Generalmente esas personas abrían cuentas bancarias a su nombre, a cambio de una compensación económica, y éstas eran las empleadas como forma de pago de los productos. En rara ocasión empleaba tarjetas bancarias, sino que solicitaba a los compradores la realización de una transferencia a ese número de cuenta para hacerse con el teléfono móvil, consola o aparato seleccionado que, por supuesto, nunca llegaba a la persona que había pagado por él.
Según la Guardia Civil, si alguno de los colaboradores se quedaba con más dinero del establecido en su cuenta bancaria, podía llegar a sufrir amenazas e incluso severos castigos y venganzas.
Más de un año ha estado la Guardia Civil siguiéndole la pista hasta que ha podido dar con él. Según las fuerzas de seguridad, el individuo se había creado varias identidades y cambiaba regularmente de domicilio, incluso una vez por semana. Lo más habitual era que residiera en hoteles distintos de Madrid y las afueras.
En uno de estos establecimientos hoteleros es donde se ha producido la detención esta semana. En la habitación se encontraron un centenar de teléfonos móviles y distintas tarjetas SIM.