Dark Web Design: cómo los sitios web nos manipulan para pinchar

El «Dark Web Design» o «diseño de la web oscura» en español es una técnica de diseño que trata de engañar al usuario para que este haga clic en ciertas partes del sitio web. Pero, ¿qué es y cómo funciona?
El diseño y los patrones oscuros buscan engañar al usuario para que haga clic en publicidad o en compras en línea.
Uno de los ejemplos más representativos de este tipo de diseño serían los banners de cookies que aparecen en todos los sitios web. A primera vista, podemos pensar que están creados para cumplir con la normativa de privacidad en línea, ya que parece que nos presenta varias opciones: aceptar las cookies esenciales, que permiten mantener las funcionalidades de navegación, o aceptarlas todas, incluidas las que rastrean el historial del navegación. Estos banners, a menudo están diseñados de forma que nos engañan para hacer clic en «aceptar todo», dando permiso a las cookies para que rastreen nuestro historial y vendan la información a empresas de publicidad.
¿Cómo es esto posible? Simplemente, estos banners invasivos se muestran en todos y cada uno de los sitios web que visitamos. Además, si nos fijamos suelen contener una cantidad enorme de información, por lo que el resultado final suele ser la fatiga del usuario. Esto provoca que, al final, hagamos clic sobre «aceptar todo», incluso cuando queremos compartir esa información con la página, simplemente porque queremos seguir navegando.
Además, si nos fijamos en el diseño de este tipo de banners, apreciaremos que el botón «Aceptar todo» suele tener un color mucho más vistoso que el resto, que suelen tener un color gris apagado, que algunas veces incluso puede llegar a confundirse con el color de fondo del banner.
Diseño oscuro y patrones oscuros
Por desgracia los banners de cookies no son los únicos elementos que se benefician de este «diseño oscuro». Muchos sitios web y aplicaciones hacen uso de estas técnicas, creando interfaces engañosas.
Por ejemplo, los sitios de eCommerce también suelen utilizar estos patrones oscuros. Un ejemplo son los «costes ocultos» que encontramos en algunos productos que, una vez incluidos en el carrito de la compra y finalizado el proceso de creación de cuenta, muestran precios más altos que los indicados en un principio.
Otro patrón oscuro, aunque menos obvio, es el que muestran plataformas como YouTube o Facebook. Estos colocan anuncios a lo largo de su página y, cuanto más scroll hace el usuario, más dinero obtienen por ingresos de publicidad. Este patrón oscuro se llama «economía de la atención» y ha provocado que estas plataformas se hayan especializado en retener la atención de usuario gracias a funcionalidades como las recomendaciones o la barra lateral de vídeos de YouTube.
Las aplicaciones también utilizan este tipo de patrones oscuros, por ejemplo, la gran mayoría de los juegos de Android e iOS hoy en día cuentan con publicidad, que aparece cada vez que el usuario termina un nivel. En algunos casos, los diseñadores camuflan la publicidad que parece parte del propio juego, engañando al usuario que termina pinchando sobre uno de estos anuncios sin querer.
En este sentido, algunos juegos solicitan a los jugadores que compartan publicaciones en sus redes sociales, lo que llama la atención a sus contactos, que pueden acabar ingresando al juego para, a continuación, solicitar que realicen compras en línea de objetos y consumibles del propio juego.