Drone, el último gadget para periodistas
El antaño simple kit de trabajo de los periodistas se ha ido ampliando a medida que las tecnologías digitales se imponían en las redacciones. Al cuaderno de notas y el lápiz se han ido sumando grabadoras, portátiles, tabletas, móviles y cámaras digitales. El último gadget que deben incorporar a sus mochilas es un drone.
Es muy posible entonces que los jóvenes aspirantes a universitarios digan a sus progenitores: ¡Mamá! ¡Papá! ¡Quiero ser un dronalist! Las universidades estadounidenses de Missouri y Nebraska han entendido la tendencia y ofrecen ya, a través del Missouri Drone Journalism Program y el Drone Journalism Lab, formación práctica y especializada en la materia, para alarma y preocupación de la Federal Aviation Administration (FAA).
Los drones son aviones asistidos por control remoto, es decir, no tripulados, que han dejado de ser una exclusiva militar para emplearse en la cobertura de noticias desde el aire, especialmente en aquellos puntos de difícil acceso, ya sea por razones políticas o geográficas. Con ayuda de las nuevas tecnologías, es posible incluso retransmitir las imágenes captadas en directo y distribuirlas por Internet o televisión.
También conocidos como VANT (en español) o UAV (en inglés) son pequeñas naves teledirigidas por control remoto y equipadas con cámaras fotográficas y de vídeo, cuya principal ventaja con respecto a los helicópteros es que ayudarán a reducir notablemente los costes. Los drones pueden ser diminutos, muy precisos y bastante económicos, por lo que podrían utilizarse de manera masiva y sin ser apenas percibidos. Ciertos modelos pesan menos de un kilo y pueden adquirirse por algo más de 1.000 euros.
Richard Westcott es el primer periodista de la BBC que ha utilizado este artilugio para cubrir una información y, a juzgar por sus impresiones , valora positivamente la experiencia. L’Express, un digital francés, también está experimentando con drones y, en Latinoamérica, el periódico peruano La Prensa ha publicado los resultados de sus primeras prácticas.
En Vimeo pueden verse imágenes que corresponden –según su autor- a unas protestas en la plaza de Taksim (Estambul) tomadas por un drone antes de ser derribado por las fuerzas de la seguridad turcas. No fueron grabadas por un periodista, sino por un ciudadano, pero reflejan a la perfección las posibilidades que ofrecen los VANT para el periodismo en zonas conflictivas, por ejemplo, donde el periodista podría arriesgar su vida. Muy similares son las que grabó la empresa RoboKopter durante una protesta en Varsovia .
Para el Reuters Institute for the Study of Journalism, que ha publicado este mismo año “Remotely Piloted Aircraft Systems & Journalism Opportunities and Challenges of Drones in News Gathering”, los drones serán habituales en el espacio aéreo de muchos países en un futuro no muy lejano porque brindan oportunidades nuevas y distintas al periodismo.
Hace apenas unos días la mismísima presidenta alemana Angela Merkel fue sorprendida por uno de estos aparatos cuando se encontraba dando un mitin de campaña en la localidad de Dresden. Aunque como herramienta experimental que es, aún quedan barreras que franquear para su uso de forma extensiva -que apunta el blog Metamedio, tales como un marco regulatorio no común, que puede suponer una seria amenaza para la intimidad de las personas o su actual dificultad de manejo.
Entretanto, si sois unos manitas y os animáis a trastear por vuestros propios medios, os recomiendo que visitéis la web DIY Drone, fundada por Chris Anderson (sí, el ex director de Wired) o que os paséis por Lleida, donde la empresa Ponent2002 y el Parque Científico local quieren crear una comunidad en torno a los drone llamada Lleida Drone.