El 60% de los influencers en España ‘hace trampas’ en Instagram
Son muchos los usuarios de Instagram que recurren a técnicas «poco éticas» para hacer parecer que sus perfiles son más influyentes de lo que realmente son. Comprar seguidores es sólo una de las posibilidades para aumentar el atractivo del perfil ante posibles responsables de marketing que estén buscando desarrollar campañas en esta red social, pero también hay otras técnicas quizá menos agresivas pero que igualmente sirven para inflar artificialmente las cuentas.
El 21% de los influencers españoles compra seguidores en Instagram
Por ejemplo, hay quien recurre a la publicación de comentarios no reales para aumentar los niveles de interacción de sus publicaciones, quien adquiere paquetes de «me gustas» o quien usa el método de «Follow/Unfollow», es decir, dedicarse a seguir cuentas aleatoriamente para recibir un «follow» de vuelta y posteriormente dejar de seguirlas. Esto se puede hacer de manera manual pero también existen programas y aplicaciones que realizan ese trabajo «sucio» para los que quieren incrementar -aunque sea artificialmente- su nivel de influencia.
Todas estas prácticas e incluso algunas más han sido analizadas por la empresa HypeAuditor, que ha elaborado el informe «El estado del influencia marketing en 2019«, para el que se han analizado más de cuatro millones de cuentas de influencer y más de 500 millones de publicaciones en Instagram en todo el mundo.
Según este estudio, el 59,5% de los influencers en España utiliza métodos artificiales de crecimiento en Instagram como los mencionados. España -que posee unos 13 millones de usuarios mensuales en Instagram- se sitúa así entre los países en los que los usuarios más influyentes realizan más trampas en la app social de fotografías.
El informe sitúa en primera posición a los influencers alemanes como los que más «trampas» realizan en Instagram, seguidos de los japoneses y franceses, aunque en cuarta posición se situarían ya los españoles. Los brasileños serían los más «legales» en la plataforma, aunque el porcentaje de los que realizan prácticas poco lícitas sigue siendo alto, un 44% en el país.
El análisis señala también que el 21% de los influencers españoles compra seguidores, siendo el método de crecimiento fraudulento más popular entre los microinfluencers. Por otra parte, más del 30% compra comentarios. Es por esto por lo que, según la compañía, «la mayoría de los comentarios se ven poco auténticos y son tipo spammer». Muchos de ellos no son más que palabras tipo «Genial», «Awesome» o un icono con unas palmas.
El 10% de los usuarios recurre a los Pods, grupos de instagramers organizados que se alían para mejorar en conjunto el engagement de sus publicaciones, interactuando entre sí y dando «me gustas» a otros miembros del Pod. Por su parte, el 14,25% de los influencers españoles recurre al truco del Follow/Unfollow automático.