El 95% de las aplicaciones para niños contiene publicidad

Alrededor del 95% de aplicaciones desarrolladas para niños menores de cinco años contiene anuncios para manipular a los más pequeños.
Según un estudio realizado por investigadores de diferentes universidades y publicado en la revista científica Journal of Developmental and Behavioral Pediatrics, estos anuncios se encuentran principalmente en las aplicaciones dedicadas al entretenimiento, aunque también se alojan en aquellas desarrolladas con fines educativos.
Los niños menores de ocho años no distinguen el contenido del juego de la publicidad
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron una muestra de 135 aplicaciones para niños disponibles en Google Play. Entre ellas había apps tanto gratuitas como de pago, de las cuales algunas superaban los 10 millones de descargas.
De las 135 aplicaciones, 129 contenían al menos un tipo de publicidad, como el uso de personajes de dibujos animados para vender algún producto, paneles que animaban a los usuarios (los niños) a comprar la versión completa de la aplicación y vídeos que interrumpían el juego para promover compras en la aplicación o de otros productos.
Para la coautora del estudio, la pediatra y profesora de la Universidad de Michigan, Jenny Radesky, los más dañinos son aquellos en los que es necesario pulsar la X para que desaparezcan.
Los niños de dos o tres años que se expongan al anuncio durante los 20 o 30 segundos que transcurren hasta que aparece la X, pueden pensar que la publicidad forma parte del juego, concluye la investigadora.
Además, en el estudio se hace especial hincapié en que muchos de estos anuncios no son apropiados para esas edades. Se han encontrado contenidos publicitarios en aplicaciones para niños relacionados con el tratamiento del trastorno de bipolaridad.
Según Radesky, existen evidencias científicas que afirman que los niños menores de ocho años no son capaces de distinguir entre el contenido de un juego y los anuncios publicitarios.
Algunas de las conclusiones que se desgajan de la investigación son la ética con la que actúan estas compañías. Al tratarse de un público altamente influenciable, para los investigadores los desarrolladores deberían ser muy estrictos con los anuncios que se les ofrecen y no fomentar sus ventas mediante publicidad de dudosa calidad.