«El principal riesgo en las redes sociales somos nosotros mismos»
ENTREVISTA a Silvia Barrera, Inspectora de Policía Nacional y jefa de la Sección Técnica de la Unidad de Investigación Tecnológica. Acaba de publicar el libro «Claves de la Investigación en las Redes Sociales»
-Silvia, ¿Qué has querido investigar en tu libro?
El libro muestra la situación actual en la que nos encontramos como consumidores de redes sociales, sin filtros, sin adornos; la realidad que me encontré en mi día a día como investigadora. A través de mi experiencia pude ver que existe un gran desconocimiento en el usuario y los profesionales de las diferentes ramas y una falta de metodología sobre cómo actuar si somos víctimas de un delito o tenemos que dar una respuesta. He querido recoger cuáles son los aspectos claves de su funcionamiento, desde qué es una red social hasta qué pasará con nuestro dispositivo en el caso de que tengamos que entregarlo para un análisis forense.
Toda esa experiencia la he querido completar con la riqueza de otros 14 profesionales de diversos campos que aportan su visión más concreta, abogados, hackers, coachers, community managers, fiscales, etc.
-¿Cuáles serían los principales riesgos a los que nos enfrentamos en las redes sociales?
El principal riesgo somos nosotros mismos, usando aplicaciones y herramientas cuya aplicación práctica e implicaciones desconocemos. Algo tan sencillo como una suplantación de un perfil o el robo de una cuenta, no sabemos cómo responder. El anonimato y la falta de verificación de identidad por parte de las redes sociales nos dejan muy desprotegidos.
-¿Es la falta de información el principal problema?
La falta de información y el no querer informarse. Cuando planteo diversas situaciones adversas o delitos que podemos sufrir a través de las redes sociales a la audiencia o a mis alumnos y ninguno de ellos sabe plantearme una situación, no creas que luego me piden saber de qué herramientas disponen. Piensan que nunca les va a ocurrir a ellos o que lo que cuento son extremos. Es el día a día de muchos.
Si dejamos las redes durante un tiempo el mundo no acaba ni dejamos de existir
-¿Qué deberíamos hacer para no “liarla parda” en las redes sociales?
Pensar y reflexionar antes de publicar. No sabemos quién nos lee ni quien está detrás de los perfiles. No se puede expresar o decir cualquier cosa y de cualquier manera. Hay consecuencias y a veces, pueden ser graves. Si el usuario se siente herido, atacado o que determinadas opiniones no coinciden con la suya, es cruel y puede responder de igual forma o más verozmente.
-¿Y si la liamos?
Lo primero, retirar el contenido y pedir disculpas públicamente por lo que se ha hecho. Es un acto de honestidad que ayuda al propio usuario y a los demás a ser consciente de que se puede meter la pata.
Segundo, a lo mejor si las consecuencias son grandes, es momento para cesar nuestra actividad durante un tiempo si son perfiles personales y reflexionar sobre lo que se ha hecho. No pasa nada si dejamos las redes durante un tiempo. El mundo no se acaba ni dejamos de existir.
Si es profesional y hay que seguir con ello, medir más nuestro comportamiento y ser más reflexivos la próxima vez.
-Si la edad mínima legal para tener un perfil en redes sociales en España es de 14 años… ¿por qué las plataformas están llenas de menores de esa edad?
Como repito constantemente en mi libro y los diferentes artículos que escribo, no existen verificaciones de identidad. No interesa poner limitaciones ni trabas en el proceso de registro. Una Red vale cuanto más usuarios tiene e información se puede obtener de ellos. Los menores sienten curiosidad por saber lo que hay en las redes y por interactuar con gente nueva. Hay que estar muy pendiente de eso.
-¿Qué deberían hacer los padres que no saben cómo controlar a sus hijos en las redes sociales?
Es muy complicado. Se recomienda mantener una relación fluida y de confianza con ellos pero a veces ni es posible ni se puede. Cada situación es única, hay que evaluarla con detenimiento. Pero lo último que debemos hacer es prohibirle el uso de la tecnología y privarle de ella. Buscará otras alternativas y la forma de conectarse y esta vez sin conocimiento ni control de los padres.
-¿Falta legislación sobre las redes sociales? ¿Está el usuario tan desprotegido como piensa o el problema es el desconocimiento?
No hace falta legislar más sino establecer otro tipo de procesos (no siempre penales) más ágiles y concretar más la normativa que afecta a las redes sociales, a las normas que imponen y establecer procedimientos penales más eficaces y concretos con esta problemática. El desconocimiento del sistema y del propio usuario están haciendo mucho daño.
-¿Qué mecanismos tiene en su mano un individuo que se sienta acosado en las redes sociales?
Pocas alternativas, desgraciadamente. De momento, parte de uno mismo, no interactuando con sus acosadores, ignorarlos, silenciarlos y/o bloquearlos y en el peor de los casos, reportarlos a la red social. Tratar de dejar constancia de las acciones que realiza el acosador con garantías jurídicas y recurriendo a las webs de certificación de contenidos. No borra todo aquello que pueda dejar rastro técnico. Y en el peor de los casos, denunciar.
-¿Son las redes sociales un territorio impune o esconderse tras un avatar y un nick falso no es suficiente para ocultar un delito?
La posibilidad de identificación puede llegar a ser tan difícil, dependiendo de los conocimientos técnicos del autor y de la posibilidad de ocultar su rastro digital. Aun así, el ser humano no es perfecto. Ahí lo dejo 😉
En las redes sociales no existe la verificación de la identidad
-¿Qué opinas del papel de @policia en redes sociales como Twitter? ¿Ha marcado un antes y un después que muchos CM utilizan como referente?
Si, su excommunity manager, Carlos Fernández Guerra, uno de los entrevistados en mi libro, persona a la que admiro por su valentía y vocación, tomó una decisión muy importante cuando la cuenta de @policia empezó a cambiar. Lanzar mensajes que no dejaran indiferentes a las personas y que llegaran al usuario. Claros, concisos, atractivos, creativos y en algunos casos, provocadores.
Nos da las claves de su cambio en el libro pero desde luego, puso de manifiesto que se pueden lanzar mensajes atractivos y sorprendentes desde una cuenta que representa a una institución como la Policía. No debemos pensar y centrarnos tanto en quiénes somos sino en lo que queremos conseguir y a quién llegar con nuestro mensaje. Como Carlos dice: para lanzar mensajes aburridos y planos que no interesan a nadie, mejor no lo hagas. Tiene toda la razón.
No hay más que ver a los CM de otras cuentas para darse cuenta de que han sido y son un referente. La cuestión es que cuando copias estilos y métodos que funcionan, se nota y mucho.
-¿Dónde crees que está la clave de su éxito?
En la cercanía. Cuando vendes la mejor marca, Policía, te adaptas a los cambios de mentalidad de la gente, conectas con ella y empleas un lenguaje que llega, solo verás crecer a tus seguidores.