Entrevista a Carlos Pizá Da Silva
ENTREVISTA a Carlos Pizá de Silva, delegado de ElEconomista.es en Andalucía.
-¿Cuándo comenzaste a utilizar las redes sociales a nivel profesional?
– En mi etapa como jefe de prensa de la compañía tecnológica Oesía, en concreto desde otoño de 2009. Me considero por tanto aún un novato. Tuve la suerte de coincidir con múltiples profesionales muy cualificados en tecnología y fui consciente de que tenía que subirme al carro 2.0 (o como se quiera llamar) fuera cual fuera mi futuro profesional. Después, esa actitud me ayudó para incorporarme y me sigue ayudando cada día en un medio tan especializado y volcado, con gran éxito, en lo digital como elEconomista.
-¿Cómo han cambiado las redes sociales el ejercicio del periodismo?
– Como en todo, han cambiado algunas facetas en positivo y otras no tanto. En general creo que la generación de periodistas a la que pertenezco (en torno a 35 años) está a caballo entre la vieja y la nueva forma de crear, compartir y consumir información. Por ello, en positivo claramente he experimentado una diferencia clara respecto a cuando dejé el periodismo económico en abril de 2009 en Sevilla y cuando he vuelto a él en febrero de 2011 en la misma ciudad.
Esa diferencia ha estado basada en el uso de formatos digitales de creación, difusión e interactuación ahora, y no antes. Llegas a más público, más rápido y de manera muy personalizada.
Indudablemente subir al barco de una plataforma ya consolidada en web como www.eleconomista.es ayuda muchísimo.
En definitiva, las redes sociales facilitan y agilizan la obtención de prestigio y relevancia y, por tanto, audiencia e interés por parte de anunciantes y otros clientes por mezclarse con el medio. Las redes no te dan automáticamente esos atributos, que se basan sobre un trabajo profesional que genere contenidos de valor en cualquier formato, pero te ayudan a lograrlos más rápido y mejor.
Creo que, en el lado positivo, es también destacable aún más en esta coyuntura de crisis la generación de nuevas oportunidades laborales ligadas a este mundo. Diría que prácticamente las únicas oportunidades para periodistas hoy están ligadas a nuevos formatos digitales 2.0.
En negativo, aumentan considerablemente la jornada laboral y obligan a un sobreesfuerzo de atención a múltiples fuentes -las tradicionales y las nuevas ligadas a redes sociales- que aumenta el estrés y la presión para estar permanentemente al día. Esta obligación de mayor dedicación en tiempo y esfuerzo mental se produce justamente cuando todos los medios están prescindiendo de recursos humanos y materiales.
-¿El periodista, tiene que mirar ya inevitablemente al 2.0? ¿Cómo puede beneficiarse de las redes sociales?
– Soy un convencido del uso de las redes, aunque siendo selectivo en cuánto a cuál usar según el momento y el tema. Ya son parte del periodista como cualquier otra herramienta de trabajo. En muchos casos son ya la principal herramienta de trabajo y de captación de ingresos para el medio.
Otra reflexión que creo ya hoy indiscutible es que, al estar ya todos los periodistas trabajando a la par en formatos tradicionales y digitales (o solo ya en estos últimos, cada vez más), las redes sociales son extensión ineludible de esos formatos digitales. Ejemplo: la nueva web de elEconomista Andalucía no habría logrado los resultados actuales, con apenas un año de vida, sin las redes sociales.
– ¿Con qué objetivo usas tú Twitter?
– Fundamentalmente profesional, aunque no rehúyo el uso personal porque creo que es bueno que alguien que te está informando y ofreciendo opinión también te muestre gustos, reacciones personales y mantenga conversaciones con amigos y colegas. Mostrarte personalmente creo que me ayuda a consolidar mi imagen ante mis seguidores, que inicialmente han llegado hasta mi sobre todo por la faceta profesional.
Aparte, como decía antes, twitter es una magnífica herramienta para informarte y testar tendencias. Es una ventana excepcionalmente útil para cualquier periodista.
– ¿Con quién hablas, a quién sigues en Twitter?
Hablo sobre todo con usuarios relacionados con el periodismo y la economía en Andalucía, aunque también con amigos.
Sigo a múltiples perfiles, muchos relacionados con la difusión de información útil para mi trabajo; otros que me aportan un toque de humor necesario cada días más en un TL que a veces provoca depresión; y otros de amigos que me permiten seguirles la pista y apoyarles en nuevos proyectos.
Soy un poco anárquico en cualquier caso, ya que he ido comprobando que una buena ‘ensalada’ de usuarios es más estimulante que tener un Tl homogéneo, que al final considero más bien empobrecedor. Twitter no te da sólo alimento profesional, sino también mental y personal.
– ¿Qué tipo de mensajes mandas?
Fundamentalmente distribuyo información. También creo que es deber del periodista retuitear y descubrir a tus seguidores otros usuarios relevantes y contenidos de valor.
Puntualmente inicio o me sumo a conversaciones, sean o no sobre contenidos del diario.
– Por último, desde tu punto de vista de periodista económico. Dada la situación actual, la economía es tema estrella en redes como Twitter. ¿Se populariza la opinión? ¿Todo el mundo puede hablar de economía, o en Twitter hablamos mucho por hablar?
– Todo el mundo habla de economía (y eso está bien, ojalá le hubiéramos prestado más atención hace años) y parte de lo que se habla sí creo que es hablar por hablar sin aportar valor. Y, como en la vida real, se da pábulo a veces a informaciones u opiniones que no se sostienen. Por eso creo que, como profesional, hay que ser selectivo y hacer el esfuerzo de afinar y ‘refescar’ tu listado de usuarios a los que sigues para que se vaya adaptando a la coyuntura.
De todas formas, en general creo que twitter tiene una ventaja: te da la inmediatez más absoluta, pero también es de los primeros lugares en los que encontrar interpretación profesional de esos hechos de rabiosa actualidad.