Mar Abad: «El periodismo ya no va de contar historias antes que nadie»
ENTREVISTA a Mar Abad, redactora jefe de Yorokobu.
«Hagamos la entrevista con fotos menos convencionales, con iconos divertidos dentro del texto…», me sugiere Mar Abad, redactora jefe de Yorokobu. Tiene toda la razón. En Internet tenemos que experimentar. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer? Por eso ha sido un placer conocer estos días a esta joven periodista almeriense, emprendedora, cargada de positivismo y proyectos.
«En Yorokobu queremos inspirar a las personas y hacerles ver que, junto a las tragedias que cuentan muchos medios generalistas cada día, ocurren muchísimas cosas positivas. La prensa tiene la misión de dar ideas. No solo vale atemorizar y entretener», señala. Dejémonos imbuir por su forma de entender el periodismo 2.0 en la siguiente entrevista…
– Mar, en estos tiempos tan duros que vive la profesión periodística… ¿la única salida que le queda a los profesionales de la información es emprender?
– Nunca hay una única salida. Siempre hay más opciones de las que pensamos y de las que nos quieren hacer creer. Emprender es una opción pero no es la única. No se sostiene un tejido empresarial en que el que todos trabajan por cuenta ajena ni se sostiene un tejido en el que todos tienen su propia empresa. Lo ideal es el equilibrio.
Hace años era complicado emprender si no tenías un respaldo económico importante. Pero las cosas han cambiado. Ahora necesitas una buena conexión, talento, mucho esfuerzo y algo de dinero.
El negocio del periodismo se está atomizando. Ya no está exclusivamente en manos de grandes grupos. Están surgiendo nuevos medios, más pequeños, más ágiles y, en ocasiones, más libres.
Deberían emprender las personas que quieran hacerlo. Sin miedo. Y quien no quiera emprender que sea muy activo buscando un lugar para trabajar en cualquier oficio relacionado con la arquitectura de la información. No solo se necesitan periodistas en las redacciones. La sociedad de la información necesita una infinidad de profesionales expertos en comunicación. En su sentido más amplio.
– ¿Cuáles son los retos que se le plantean a los nuevos periodistas?
El periodismo ha cambiado radicalmente. El periodista del presente debe amar la tecnología porque es el principal vehículo de la información. Debe ser muy flexible porque el periodismo ya no va de contar historias antes que nadie. Ahora consiste en ordenar, enriquecer y contrastar la información. Su misión es convertirse en una buena fuente dentro de un océano infinito de información.
Creo que el periodista tiene que recordar que su profesión tiene una responsabilidad social. La información que genera crea opinión pública y puede empoderar o desmoralizar a los ciudadanos.
El periodismo de los últimos años se ha basado mucho en el miedo. Los medios estadounidenses son expertos en esto. La amenaza terrorista, la crisis, el calentamiento global… El miedo paraliza a las personas. Es necesario mostrar también las cosas positivas que ocurren en el mundo. Pero quizá a los poderes de siempre no les interese. La confianza da fuerza. Un periodismo que informe a sus lectores de todas las cosas que pueden hacer sin necesidad de sus gobiernos, ni de sus bancos, ni de papá-estado puede resultar amenazador. Yo creo que es hora de que el periodismo empodere a todas las personas y les ayude a descubrir que tienen más poder del que piensan.
El periodista debe controlar la tecnología actual y tiene que estar atento a los usos que los individuos hacen de la comunicación. No vale cuestionarse si te gusta Twitter o no. Has de estar (o, al menos, conocer) el espacio en el que el mundo entero está conversando. El mundo cambia a su antojo sin preguntarte. Observa y mira dónde está la fiesta. Y allí es donde el periodista ha de estar en cada momento. Sean redes sociales, blogs, fanzines… Los soportes y las tecnologías irán cambiando. Y nosotros con ellas ⌨
– ¿Crees que el futuro de la profesión pasa inevitablemente por Internet? ¿Y por las redes sociales?
Internet es absolutamente imprescindible para el periodismo y para estar hoy en el mundo. El que decide quedar fuera se autoexcluye de una conversación constante y de una comunidad global. Las redes sociales son fundamentales. Puedes elegir en cuál quieres estar. No creo que haya que estar en todas. Es mejor tener una presencia de calidad en una que estar en 20 como durmiente.
Lo que sí es fundamental para el periodista es conocer las más utilizadas y ver el uso que se hace de ellas. Hay que descubrir el uso que hacen las personas de la comunicación y adaptar el periodismo a los hábitos y gustos de los individuos. Los periodistas tenemos que observar por dónde van los ciudadanos y hacerles propuestas informativas adaptadas a sus necesidades. Hoy las redes sociales son muy importantes pero en dos años pueden ser otros foros. Hay que recibir con entusiasmo lo que el futuro traiga.
– ¿Cómo las utilizas tú? ¿Se puede compaginar el uso profesional con el uso personal?
Yo rozo la adicción ♘ Me apasionan. Especialmente, Twitter. Es una fuente de información increíble. En dos minutos puedes saber qué temas son los que más interesan a las que personas que a ti te interesan (los que sigues) y descubres una cantidad de datos brutal con el filtrado de los individuos que tú eliges.
Instagram también me fascina. Me gustan las historias contadas con solo una imagen y un titular. Es otro tipo de relato.
No soy tan fan de Facebook. Mi experiencia (siempre por los contactos de cada uno, evidentemente) es que esta red social no mueve tanto el talento. Tiende más a la exhibición y a la vida personal. Nunca he encontrado en Facebook esos momentos gloriosos de creatividad que muestra Twitter en acontecimientos como unas elecciones, un partido de fútbol, un debate político, una manifestación…
Y creo que sí se puede compaginar el uso profesional con el personal. En mi caso (y sé que en muchos más), lo profesional y lo personal está totalmente unido. Los periodistas tenemos que construir cada vez más nuestra marca personal y eso me gusta. Creo que es honesto que se muestre la persona que escribe la información que otros individuos consumen a menudo. Es interesante estar cerca de las personas que lees y las personas que te leen. A golpe de tuit 0>
No me gusta el periodismo blindado en una cabecera, sin firmas de autor, sin facilidad para encontrar al responsable de cada pieza informativa.
Pero ¡0j0! Mezclar el uso personal y profesional implica, para mí, algo importante. No spamees nunca con mensajes irritantes tipo: “me voy a tomar un café” o “he salido de una reunión y ha ido muy bien”. Esos mensajes me parecen sumamente tóxicos ☠
– ¿Cómo pueden beneficiarse los periodistas del uso de las redes sociales?
Las redes sociales son hoy imprescindibles para dinamizar contenidos. Las visitas a un artículo se multiplican cuando se publican en Twitter, Facebook, Linkedin… Las redes sociales son un lugar muy interesante para construir tu marca personal y conversar, constantemente, con cualquier persona.
– ¿Es renovarse o morir? Si el periodista no se adapta al uso de las redes sociales… ¿está acabado?
Las cosas no son blancas o negras. Un periodista puede decidir que no quiere estar en las redes y es respetable. Es una actitud que roza la automarginación pero puede responder a una estrategia con sentido. Habría que saber cuáles son sus razones y cuál es su forma de relacionarse con el mundo.
De todos modos, si el contenido que hace es bueno, sus artículos, sus vídeos, sus podcasts… acabarán en las redes porque otra persona los moverá allí.
En mi opinión, es mejor ser fácilmente localizable, porque así tienes más posibilidades de que te lleguen propuestas interesantes y de colaborar con ese enorme talento que hay en la Red. De todos modos, no inflemos locamente la burbuja. No hace falta alimentar todas las redes y creo que si no estás de acuerdo con la política de privacidad y la filosofía de una red social, no tienes por qué estar en ella. Muchas de mis personas de referencia cerraron hace tiempo sus perfiles en la red más popular. Y si personas que siempre han ido por delante en sus pensamientos hacen eso, por algo será…
– ¿Por qué crees que algunos medios limitan su uso entre los periodistas?
Desconfianza. Miedo. Ignorancia. Nos asusta lo que no conocemos. Inventamos amenazas porque no sabemos movernos en ese espacio.
– También les cuesta trabajo evolucionar con las redes sociales a algunos periodistas…
Algunos periodistas se aferran al periodismo de los tiempos de Garganta Profunda. Ese periodismo ha muerto. Una parte del periodismo de los grandes grupos de poder está agonizando. La idea romántica del periodista que se dedicaba a viajar por el mundo, en business, escribiendo un reportaje al mes es inviable en la actualidad.
El periodista de hoy necesita un smartphone y conocer las últimas tecnologías. Necesita vivir como una persona del presente. A mí me gusta este presente. Resistirse a la realidad es una batalla ridícula. El pasado no vuelve y el futuro es absolutamente incierto. ¿No es emocionante? ¿No es fantástico pensar que el periodismo del futuro depende de lo que hagamos hoy en vez de que nos lo den ya hecho?
– Lo que está claro es que Internet ha cambiado y mucho la profesión…
Internet ha cambiado todo. Los programadores han ido desmontando una a una cada industria. Y, en vez de aferrarnos a la nostalgia, debemos aprovechar la oportunidad que tenemos de remodelar el mundo e intentar hacerlo mejor.
– Hablábamos de emprender… Vosotros lo habéis hecho con Yorokobu y el resultado ha sido muy positivo. ¿En qué consiste vuestro proyecto?
Nuestra intención es hablar de proyectos interesantes que se hacen en todo el mundo. Queremos inspirar a las personas y hacerles ver que, junto a las tragedias que cuentan muchos medios generalistas cada día, ocurren muchísimas cosas positivas.
La prensa tiene la misión de dar ideas. No solo vale atemorizar y entretener. Hay una función muy noble del periodismo: enseñar, inspirar, despertar el poder y la creatividad que todas las personas guardan en su interior.
– Yorokobu no es sólo un medio de comunicación, es mucho más…
Nos gustaría que fuese una comunidad abierta, libre y heterogénea de personas con intereses comunes, con ganas de hacer cosas. Una filosofía de vida, incluso ♧ No es casualidad que Yorokobu signifique “estar feliz” en japonés.
– ¿Puede uno vivir de su proyecto periodístico en Internet? ¿Es eso posible?
Hay que intentarlo. Dependerá de la calidad del proyecto, de saber moverlo y de tener unos comerciales excelentes. Si no lo pruebas, nunca sabrás si hubiera funcionado.
– Se habla mucho de la necesidad de encontrar el modelo de negocio de los nuevos medios en Internet… ¿es una tarea que le corresponde a los periodistas?
Se habla mucho y se hablará mucho más porque aún queda tiempo para encontrar la fórmula. Es más, no creo que haya una única forma. Cada medio tendrá que encontrar cómo financiarse. Lo ideal es que en un medio haya periodistas dedicados a elaborar información de calidad y personas de negocio que se dediquen a la parte financiera.
Pero a la hora de pensar y aportar ideas, todas las personas valen. La colaboración y la innovación abierta son prácticas excelentes de esta época. ¿Por qué excluir a alguien en la búsqueda de estrategias?
Yo creo que hay que inventar, probar, buscar… Todos tenemos un lugar y una responsabilidad en la búsqueda del nuevo lugar en el mundo del periodismo. Incluso los no periodistas ☞ ☆ ☮ ✿ ♫ ♻