¿Por qué han caído las criptomonedas? ¿Es el fin? [Vídeo]
Las criptomonedas no se encuentran en su mejor momento de los últimos dos años. La semana, concretamente el 12 de mayo, las principales criptomonedas cayeron hasta niveles no vistos desde 2020. El Bitcoin, la criptomoneda utilizada como referente, rompió la barrera de los 30.000 dólares y se situó en unos casi ya olvidados 26.000 dólares. Las reacciones de pánico no se han hecho esperar y ya se habla de una crisis o incluso del pinchazo de la burbuja. Pero ¿es el fin de las criptomonedas? Vamos a echar un vistazo a lo que ha pasado en el vídeo de hoy.
Una de las diferencias de este derrumbe en los precios ha sido el caso de Luna Terra; un par de criptomonedas, formada por UST, una stablecoin ligada al dólar, y LUNA una cripto tradicional. LUNA ha recibido durante los últimos meses una inmensa cantidad de atención, justificada en parte por su enorme crecida de precio. Sin embargo, el 12 de mayo, LUNA, que llegó a valer 120 dólares, se desplomó perdiendo prácticamente un 100% de su valor.
Y UST, una moneda que supuestamente debía tener un valor fijo ligado al dólar, se desacopló de la moneda americana y perdió también casi todo su valor. Esta catástrofe ha hecho que decenas de miles de personas pierdan absolutamente todo el dinero invertido en Luna Terra y la onda expansiva ha afectado al resto de criptos, como se ha visto que ha ocurrido en el precio del Bitcoin.
Sin embargo, para Bitcoin y compañía esto no es nada nuevo. Las criptomonedas suelen enfrentarse a, al menos, una crisis de precios anual. En mayo de 2021, hace exactamente un año, Bitcoin, Ethereum y las criptomonedas principales perdieron aproximadamente el 50% de su valor…y meses después, en noviembre, alcanzaron máximos históricos.
Es posible que eso no vuelva a suceder y que efectivamente, el evento de Luna Terra, suponga el principio del fin de las criptos. Pero las monedas digitales han mostrado una resiliencia inaudita (aguantando crisis, guerras, fraudes…), y si son una burbuja, es una difícil de pinchar. Al menos de momento. A pesar de esto, no hay que olvidar que la prudencia y la responsabilidad son obligatorias a la hora de meter siquiera un solo euro en el mercado de las criptos.