España, segundo país europeo con Internet más caro

Solamente los chipriotas pagan más por conectarse a Internet que los españoles. Las tarifas que nos cobran las operadoras de telefonía españolas por darnos acceso al ADSL o la fibra óptica son las más caras de la Unión Europea, a excepción de las que aplican los proveedores de Internet en Chipre.
Esta conclusión se extrae de un estudio publicado por la Comisión Europea, cuyo balance es demoledor: en Europa no todos pagamos lo mismo por estar en Internet. Y los españoles salimos perdiendo, con mucha diferencia.
Chipre es el país de Europa donde es más caro el ADSL
El precio medio que paga un español al mes por conectarse a banda ancha es de 38,73 euros, teniendo una velocidad que puede oscilar entre los 12 y los 30 MB de media. Sin embargo, en un país como Lituania el coste sería de 10,30 euros. Es cierto que en este país el coste de la vida es menos elevado que en España, pero la diferencia entre uno y otro es de un 276%.
Pero tomemos como ejemplo un país con un coste medio más elevado que España, por ejemplo, Reino Unido. Allí, donde el salario medio mensual supera los 2.300 euros, los británicos pagan, de media mensual, por conectarse a Internet, 18,99 euros. Es decir, que los españoles pagamos un 114% más que los internautas del Reino Unido por una conexión similar.
Haciendo cuentas con el informe de la Comisión Europea, que relaciona tanto el precio de Internet como el coste medio de la vida en cada país de los 27, vemos que incluso en países con una economía teóricamente más débil que la española, la conexión a Internet de banda ancha es más asequible. Es el caso de Portugal, donde la media que se paga al mes es de 30,92 euros. Es decir, los españoles pagamos un 25% más al mes que los portugueses por una conexión a Internet con la misma velocidad.
En definitiva, un español dedica un 2,5% de su sueldo a pagar la conexión a Internet, mientras que en países como Reino Unido o Alemania el porcentaje no llega ni siquiera al 1%.
El informe de la Comisión Europea demuestra las grandes desigualdades que existen entre unos países y otros de la UE. Entre la nación con el Internet más barato (Lituania) y la que tiene la conexión más cara (Chipre) puede haber una diferencia de hasta un 400% en el precio de la banda ancha.
No pagamos la velocidad que recibimos
Muchos usuarios tienen la impresión de que las operadoras que ofrecen el servicio de Internet no proporcionan toda la velocidad de conexión que se contrata. El informe de la Comisión Europea les da la razón.
De media, el estudio señala que los internautas europeos reciben sólo el 75% de la conexión que contratan. Cuando es fibra óptica lo que llega a su hogar, la media de velocidad recibida es de un 82,7%, pero si lo que se ha contratado es ADSL tradicional, de media, los europeos sólo recibimos en nuestro domicilio el 64% de la velocidad contratada.
Sólo en el caso de que la conexión a Internet se realice a través de cable recibimos cerca del 90% de la velocidad contratada. Es decir, que de las tres maneras posibles que nos podemos conectar a Internet recibimos menos de aquello por lo que pagamos.