«Extortionware»: ahora los ciberdelincuentes hurgan en tu vida privada

Una de las prácticas que los ciberdelincuentes llevan a cabo para aprovecharse de particulares y empresas es engañarles mediante correos electrónicos cebo y enlaces fraudulentos para que se descarguen algún programa que les de acceso al ordenador y red corporativa. Una vez obtenida esa puerta abierta, «secuestran» toda la información que contiene y solicitan un rescate por la misma y volver a ofrecer acceso al equipo o equipos.
Los ciberdelincuentes extorsionan a sus víctimas amenazándoles con publicar vídeos porno o sacar a la luz sus trapos sucios
Esto es lo que se conoce como «Ramsonware», una técnica muy empleada y que está detrás del reciente ataque al SEPE, virus tan populares como «Wannacry» o a sonados ataques a grandes multinacionales como Telefónica, que vieron secuestradas sus redes.
Sin embargo, los ciberdelincuentes, que siempre están buscando nuevas formas de engañar y estafar a sus víctimas, están experimentando ahora con una nueva variante de «Ramsonware» llamada «Extortionware». El procedimiento es sencillo: ahora no se limitan únicamente con secuestrar la información del ordenador, sino que van más allá, hurgando en ella y buscando cualquier tipo de contenido del que el propietario pudiera avergonzarse si se hace público para solicitar una recompensa económica.
En este sentido, se está detectando que grupos de cibercriminales acceden a la información personal del usuario y buscan en carpetas contenidos como fotografías o vídeos íntimos, contenidos pornográficos… y amenazan con su publicación en redes sociales o foros de la darkweb si no se entrega una determinada cantidad de dinero.
La extorsión no se limita únicamente al porno. Por ejemplo, también se han detectado acciones como la de hurgar en los correos electrónicos de la víctima para detectar cualquier tipo de fraude financiero a Hacienda, a compañías de seguros o similar, así como otros actos delictivos. Si no se paga el «rescate» solicitado, esa información saldría a la luz.
Cualquier tipo de información sensible vale. Si los ciberdelincuentes detectan algún contenido que pueda ser incriminatorio o vergonzante, lo usarán para solicitar un rescate o para incrementar la cifra que ya pedían por permitir de nuevo el acceso a la información secuestrada. Además de pagar por eso, ahora tendrás que pagar para que no publiquen tu información más personal.