El pasado 27 de octubre, un hombre llamado Robert Bowers, atacó una sinagoga en Pittsburgh. El atentado dejó 11 muertos. Las autoridades siguieron la pista del autor hasta una red social llamada Gab, y en la biografía de su perfil pudieron encontrar mensajes antisemitas.
Una empresa de Seattle llamda Epik ha alojado a Gab en sus servidores, por lo que la red social vuelve a estar activa
Esto llevó a que Gab intentase eliminar el rastro del discurso de odio y del antisemitismo en su plataforma. A raíz de conocerse esto, diversos servicios de hosting y de pago online (como por ejemplo PayPal) suspendieron su relación con Gab, lo que llevó a que la red social no estuviese disponible.
Pero Gab vuelve a estar online. La plataforma, que debido a su falta de moderación se ha convertido en un refugio para gente con pensamientos extremistas, ha iniciado un debate sobre la censura digital. Amprándose en el derecho a la libertad de expresión, una compañía basada en Seattle llamada Epik ha otorgado un nuevo dominio a la plataforma.
El CEO de Epik ha comentado en un post de su blog que la red social es un bastión de la libertad de expresión y que no puede ser censurada por los actos de una persona. Gab tiene actualmente entre 500.000 y 800.000 usuarios, lo que hace que sea una red social de escala muy reducida, al menos comparada con las tradicionales.
El fiscal general de Penssylvania afirmó la semana pasada que Gab se enfrentaría a una investigación, por lo que puede su nuevo estado online no dure demasiado. En cualquier caso, desde la red social aseguran que están colaborando con las autoridades para esclarecer las causas del tiroteo en la sinagoga. Aún así, los comentarios por parte de los usuarios de la plataforma se mantienen en la línea del antisemitismo.