Instagram: «No es nuestra intención vender vuestras fotos»

La que se lió ayer con Instagram fue gorda. La compañía anunció unos cambios en su política de privacidad que entrarían en vigor el 16 de enero y que suponían que la compañía podía utilizar las fotografías subidas por los usuarios al servicio con fines comerciales.
Esto supuso un aluvión de críticas en redes sociales y foros especializados, hasta el punto de que fueron muchos los usuarios que anunciaron el cierre de sus cuentas en Instagram.
Al servicio no le ha quedado otra que reaccionar. En un post publicado en su blog oficial, el cofundador Kevin Systrom intenta calmar los ánimos de los usuarios. El título del mismo «Gracias, os estamos escuchando», es toda una declaración de intenciones.
Según el directivo, lo que van a hacer en los próximos días es «arreglar algunos errores y eliminar la confusión» entre los usuarios, una vez recibido el feedback que éstos -y los medios de comunicación- les han dado.
Instagram va a modificar algunos párrafos de su política de privacidad para que quede más claro qué va a hacer la compañía con las fotos de los usuarios. «Los documentos legales son fáciles de malinterpretar», señala el directivo, que intenta aclarar la «confusión».
«Instagram fue creado para convertirse en un negocio. La publicidad es una de las maneras que tiene Instagram de ser un negocio viable, pero no la única», reconoce.
«Hemos modificado las condiciones del servicio para comunicar que nos gustaría innovar con formatos publicitarios que sean apropiados para Instagram. En su lugar, esto ha sido interpretado como que vamos a vender las fotos de los usuarios sin compensación. No es así y ha sido nuestro error utilizar un lenguaje confuso. Para ser claros: No es nuestra intención vender vuestras fotos. Estamos trabajando para cambiar el texto en los términos de uso y asegurarnos de que queda claro», afirma.
En el post, Systrom asegura que la intención es que si una empresa quiere promocionar su cuenta de Instagram pueda saber qué usuarios han dado a «me gusta» en ella y se pueda mostrar, por ejemplo, su foto de perfil (algo como lo que hace Facebook) y señala que no tienen planes para que las fotos que han subido los usuarios puedan formar parte de campañas publicitarias.
Acerca de los derechos sobre las fotografías, el directivo ha sido claro en reafirmar que «los usuarios de Instagram son los propietarios de sus fotografías«. Asegura que eso no ha cambiado en nada, y tampoco la forma de gestionar la privacidad, ya que las fotos privadas sólo pueden ser vistas por quien el usuario decida.
En definitiva, Instagram señala que todo el revuelo ha sido una «malinterpretación» del texto publicado. Sea así, o sea que vista la confusión han decidido echarse para atrás, lo cierto es que parece que poco va a cambiar en Instagram. Los usuarios, han hablado.