La adicción a los juegos online ya se considera enfermedad mental

El último informe de la Organización Mundial de la Salud, en donde se listan las enfermedades que internacionalmente pueden amenazar el bienestar de los ciudadanos, incorpora este año una adicción que hasta ahora no parecía tan seria: el gaming excesivo, o jugar mucho a videojuegos.
La OMS no actualizaba su lista de enfermedades desde 1990
En concreto, «juego nocivo» y «desorden de juego» son las dos acepciones a tener en cuenta a partir de ahora. Con «juego nocivo«, la OMS se refiere a cuando un usuario crea un patrón de juego, online u offline, que incrementa considerablemente el riesgo de daño en la salud, tanto física como mentalmente, no solo para quien juega sino también para quienes estén alrededor.
Con «desorden de juego«, la OMS lo califica como el patrón recurrente de juego, también online u offline, en donde se manifiesta un descontrol generalizado sobre algunos factores que, a partir de ahora, los usuarios pueden ir controlando para saber si deberían o no preocuparse por la cuestión. ¿Cuáles son esos tres indicadores a tener en cuenta?
En primer lugar, hay que atender a la falta de control sobre el juego: el aumento del tiempo, la frecuencia, la intensidad… sin saber poner un límite.
En segundo lugar, la prioridad crece: las rutinas diarias cambian para adecuarse al juego, y jugar comienza a estar por encima de las relaciones sociales, por ejemplo.
En tercer lugar, si el usuario continúa jugando a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas, implica que no es capaz de dejarlo porque ya se ha generado una adicción.
Esta decisión de la OMS coloca el abuso de drogas en la misma sección que el desorden de juego, algo que ha chocado muchos en primera instancia. Además, la asociación del juego de Estados Unidos ya se ha pronunciado ante la nueva publicación de la OMS, acusándola de trivializar otros problemas y desórdenes mucho más graves y habituales de salud mental.
Esta es la primera actualización que la OMS hace de su Clasificación Internacional de Enfermedades desde 1990, y hace una década que la cuestión de la adicción a los videojuegos está sobre la mesa.