La importancia de adaptar el Big Data para mejorar la experiencia del cliente

Una empresa sin datos de sus clientes es una compañía limitada, sin conocimiento sobre sus valores principales, y sin capacidad de anticipación y reacción a sus gustos y necesidades. De la misma manera, tener mucha información no sirve de nada si esta no es analizada convenientemente para extraer conclusiones y poder adaptar las estrategias empresariales.
Afortunadamente muchas organizaciones están empezando a entender que el Big Data resulta clave a la hora de ofrecer una experiencia personalizada a los clientes y los potenciales clientes. De hecho, el 81% de las organizaciones europeas así lo afirman, según un estudio de mercado realizado por Experian Decisioning Vision 2020.
Sin embargo, muchas compañías se encuentran todavía perdidas a la hora de adaptar las técnicas de análisis a sus modelos de negocio. Por ejemplo, cabe preguntarse de dónde obtienen las compañías esa información. Mientras que la mayor parte de ellas lo hacen a través de datos internos, sólo el 27% recurre a fuentes de información externa, que proporcionan un valor añadido a la hora de tomar decisiones. Con estas informaciones se pueden comprender de forma más profunda los comportamientos de los clientes y permiten diseñar respuestas más oportunas de cara a satisfacer sus necesidades.
Pero el análisis de la información actual no sólo proporciona la posibilidad de tomar decisiones en tiempo real que mejoren la experiencia de los usuarios y clientes, sino que también permite adelantarse al futuro.
Adaptando el Big Data, las corporaciones pueden obtener conclusiones que les permitan evolucionar a corto y medio plazo y anticiparse a necesidades en cuanto a inversión o automatización de decisiones, por ejemplo.
Pero para ello necesitan saber de dónde recopilar la información y cómo analizarla adecuadamente para sacarle el máximo partido. La falta de datos o la ineficiencia a la hora de analizarlos conlleva que la velocidad y la calidad de las decisiones a la hora de satisfacer las necesidades de los clientes sean muy deficientes.
Es por eso que las compañías deben recopilar cuanta más información posible puedan, tanto positiva como negativa, datos económicos, estructurales… teniendo en cuenta todos los puntos de contacto con el cliente, y adaptar técnicas analíticas avanzadas en toda la corporación para extraer de ella el máximo beneficio.