Qué es la «Net Neutrality» y por qué Estados Unidos plantea una amenaza para la libertad de Internet
La situación de Internet en Estados Unidos puede cambiar en poco tiempo. Hasta ahora la Ley de Neutralidad o «Net Neutrality» implica que el acceso a Internet es un derecho universal que no puede ser manipulado para generar beneficio por las empresas. Sin embargo, la agencia encargada de regular los servicios de comunicaciones (FCC) en el país ha anunciado esta semana que se derogará el marco en el que se inscribe esta neutralidad.
Pagar por entrar a YouTube, por abrir Twitter o por buscar Wikipedia: así podría ser Internet sin la ley de neutralidad en EEUU
De esta manera, los proveedores de servicios de Internet podrán aumentar o rebajar la calidad de sus contenidos en favor de intereses y acuerdos comerciales; también podrán alterar el servicio las principales compañías que ofrecen conectividad, como AT&T, Verizon y Comcast.
Por poner un ejemplo, de esta manera se nos podría cobrar por escribir la página web que queremos encontrar: si buscamos «Netflix» se nos cobraría por acceder hasta la plataforma, además del pago necesario que hay que realizar para disfrutar de sus servicios de streaming. Es sólo una aplicación práctica de la derogación, pero hay muchas más, como reducir la velocidad de acceso a algunos individuos o favorecer la visibilidad de determinados contenidos.
Muchas son las voces que han alertado de una enorme brecha que se puede abrir entre los ciudadanos si esto se lleva a término. Así, el acceso a Internet quedará supeditado al desembolso de cada usuario, limitando la información a la que cada uno puede aspirar a encontrar en Internet y haciéndola depender de lo que quiera pagar.
En Europa se aprobó el año pasado una ley que blindaba la neutralidad de Internet, pero sí se empiezan a compartimentar ya los gustos de los clientes. Portugal, sin ir más lejos, cuenta con compañías de comunicaciones que ofrecen distintos paquetes de conexión: enfocados a vídeo, a redes sociales, nube, música… aunque la intención es darle al usuario más datos en ciertas aplicaciones específicas que necesite, y queda lejos de «comprar» Internet, tal y como se sugiere en Estados Unidos.
In Portugal, with no net neutrality, internet providers are starting to split the net into packages. pic.twitter.com/TlLYGezmv6
— Ro Khanna (@RoKhanna) 27 de octubre de 2017
Algo parecido hace ya Vodafone, que permite a los clientes no perder megas si navegan por las redes sociales más comunes, aunque esto no supone mayor problema para el usuario, sí que ha levantado alguna voz discordante en contra de la neutralidad, pues se está favoreciendo a las plataformas con las que la operadora tiene acuerdo.
La votación sobre la Ley de Neutralidad en Estados Unidos tendrá lugar el 14 de diciembre y ya son muchos los personajes públicos que se posicionan en contra de un Internet de «ricos» y «pobres».
La cuestión es qué pasaría si, de aprobarse, los usuarios no compraran ningún tipo de paquete de conexión: las descargas podrían hacerse más lentas, se sugerirían unos sitios en favor de otros (restringidos), etcétera. Desde la asociación Free Press, por ejemplo, desmontan las alegaciones que Ajit Pai, a la cabeza de FCC, clama para una conexión que favorezca a los consumidores porque, a todas luces, no les favorece.