La plataforma OnlyFans se ha popularizado al permitir que los usuarios se suscriban a contenidos exclusivos de perfiles (en su gran mayoría femeninos) que ofrecen conversaciones, imágenes y vídeos para adultos. Son perfiles con los que se establece una relación más estrecha que con una página web más unidireccional, pero debido precisamente a la naturaleza de los contenidos difundidos y a los importantes ingresos que pueden obtenerse se están detectando comportamientos irregulares en perfiles que obtienen sin autorización contenidos de terceros para publicarlos como propios… a cambio de la suscripción de los fans.
OnlyFans permite estrechar la relación entre el creador de contenido y los seguidores, compartiendo contenidos exclusivos a cambio de una suscripción mensual
Y es que en los últimos tiempos se está descubriendo que OnlyFans presenta una cara oculta que resulta bastante perjudicial par algunos de sus usuarios. Uno de los descubridores de estas actividades es Dan Purcell, un programador informático irlandés que vivió durante años en California, donde tuvo una pareja con la que a veces aparecía en vídeos en directo en la plataforma Chaturbate. Años después, y ya de vuelta en su país, su nueva pareja descubrió en Internet dichos vídeos.
Se da la circunstancia de que los vídeos de Chaturbate, supuestamente, al ser en directo no quedan registrados para la posteridad salvo que alguien se dedique a grabarlos y, como es el caso, publicarlos con posterioridad. Purcell descubrió toda una red organizada de usuarios que graban de manera automatizada contenidos que se ofrecen en streaming a través de webcam en distintas plataformas para, posteriormente (incluso años después) venderlos a quienes los ofrecen en otras plataformas.
En otros casos hay creadoras de contenido que ven cómo parte del material adulto que ofrecen sólo a suscriptores aparece en Internet en páginas web, sin que ello les suponga beneficio alguno aunque se trate de material generado en exclusiva para el uso personal de sus suscriptores. Ese material aparece en ocasiones disponible de manera gratuita en páginas web o foros pero también hay quien o vende anunciándolo como fotografías o vídeos robados, añadiendo el componente morboso de una intromisión añadida en la intimidad.
Purcell creó una empresa, Ceartas DMCA, dedicada a ayudar a los creadores de contenido a localizar copias obtenidas de manera ilegal de sus grabaciones y que están siendo utilizadas por terceros para comerciar con ellas de diversas formas, uniéndose a otras similares como DMCA.com, Rulta o TakDownPiracy. A través de un software creado por el propio Purcell su empresa (que toma su nombre de la palabra irlandesa para «verdad» y de las siglas de la legislación sobre derechos de propiedad intelectual Digital Millenium Copyright Act) se exploran miles de sitios web en Internet detectando dónde aparece el material robado a fin de poder reclamar su retirada. Se trata de un servicio que cuesta entre 150 dólares y 230 dólares mensuales, pero con suscripciones en OnlyFans que reportan entre 5 dólares y 50 dólares (menos el 20 % de la plataforma) hay un número considerable de creadores de contenido a quienes les merece la pena disponer de ese servicio para tratar de frenar la potencial pérdida de ingresos de que esté disponible gratuitamente en Internet aquello que ofrecen por un precio.
En este caso OnlyFans sí parece estar dispuesto a ayudar a quienes sufren estas conductas, aunque sólo sea por el lucro cesante que puede suponer que los contenidos que se ofrecen mediante pago en su plataforma terminen quedando disponibles de manera gratuita (o beneficiando a terceros) en páginas web y foros. Una de las acciones en las que se muestran más expeditivos es en la retirada de contenidos que se reportan como robados a sus legítimos creadores.
