La UE impedirá que las redes sociales puedan escanear conversaciones privadas
La cuestión de la privacidad de los usuarios es un tema candente desde que se desatara a principios de año el escándalo entre Facebook y Cambridge Analytica. Las autoridades europeas requirieron la testificación de Mark Zuckerberg en el Parlamento y sus respuestas contentaron a pocos. Ahora, la última propuesta que viene desde Bruselas impone que las plataformas como Facebook no puedan leer nunca más las conversaciones privadas entre los usuarios.
Los usuarios tendrán que dar consentimiento explícito a las redes sociales para que escaneen sus conversaciones privadas
Poco tiempo después de la entrada en vigor de la GDPR, la Unión Europea plantea darle una nueva vuelta a la manera en la que las grandes compañías usan los datos de los usuarios europeos. Son las leyes «ePrivacy«, se siguen discutiendo en Bruselas y ya han levantado ampollas en el sector.
Del mismo modo que la implantación del artículo 13 de la nueva normativa sobre propiedad intelectual podría acabar con los memes y la reproducción satírica de contenido protegido, las compañías tecnológicas afirman que la falta de información del usuario podría generar problemas de solvencia, falta de publicidad y errores de seguridad. Además, alegan que la práctica totalidad de las normas aparecen ya en la GDPR.
Facebook escanea todo lo que se publica o escribe en la plataforma, desde fotografías a links, pasando también por conversaciones privadas. Esto podría dejar de ser legal en el entorno de la UE en poco tiempo.
Google también realizaba hasta hace poco barridos en los mensajes de correo de sus usuarios con la idea de generar una ajustada targetización de los anuncios. Ambas compañías lideran el sector de la publicidad en Internet.
Las medidas aún tienen que pasar por la Comisión, el Parlamento y el Consejo, y el debate no parece indicar ningún movimiento próximo, debido sobre todo a la dificultad de aplicación: de momento, las tecnológicas tendrían que empezar a operar con los datos del mismo modo que lo hacen las compañías de telefonía.
El reglamento propone que los usuarios tengan que dar consentimiento explícito a las redes sociales para escanear sus mensajes. Otras grandes aplicaciones como Skype o iMessage de Apple tendrán que sucumbir a la misma regulación, de aprobarse.