El antiguo CEO de la empresa Tinder, Greg Blatt, ha demandado al cofundador de la misma app, Sean Rad, y a la antigua vicepresidenta de marketing y comunicaciones de la compañía, Rosette Pambakian, por difamación después de que la segunda hiciera públicas unas acusaciones de agresión sexual contra Blatt. La nueva demanda reclama, al menos, 50 millones de dólares por daños.
Blatt afirma que la denuncia por abuso sexual es un acuerdo entre Pambakian y Sean Rad para ex directivo
Pambakian presentó una primera demanda en 2016 contra Blatt acusándolo de una agresisón sexual durante una fiesta. El día después de presentar la queja formal en los juzgados, fue despedida de Tinder. Y el pasado mes de agosto, la antigua vicepresidenta de marketing demandaba a la compañía y de nuevo a Greg Blatt por la agresión sexual y el despido posterior.
Además de esto, en agosto de 2018, el cofundador de Tinder, Sean Rad, y varios ex ejecutivos de Tinder denunciaron a IAC (la matriz de la app de citas) y a su subsidiaria de aplicaciones Match Group (que también posee Hinge y OKCupid) por estafa. De acuerdo con las alegaciones, las mencionadas empresas infravaloraron intencionadamente el valor de Tinder para evitar pagar miles de millones en acciones al equipo creador de la aplicación.
La respuesta de Blatt ha sido demandar a ambos por difamación. Alega el ex CEO que Pambakian está siendo utilizada por Rad para construir su denuncia contra Match y que Sean Rad junto con la firma que financia esta demanda, Bench Walk Advisors, supuestamente le ofrecieron a Pambakian millones de dólares para participar en esta batalla legal, independientemente del resultado que vaya a tener. Aunque tuvo que abandonar este caso, Blatt afirma que Pambakian recibió un pago por adelantado por su participación inicial y por presentar sus acusaciones de abuso sexual.
Por otro lado en su demanda Blatt dice que Pambakian coqueteaba con él de manera rutinaria y que la interacción que tuvieron en la polémica fiesta fue consensuada. La demanda del ex CEO dice que los dos se besaron. Pambakian, por su parte, alegó en su acusación que Blatt le tocó los senos y la parte superior de los muslos sin consentimiento.
Este no es el primer escándalo de la aplicación de citas. Una de las creadoras de Tinder, Whitney Wolfe, acusó a otro de los emprendedores, Justin Mateen de acoso continuado en la vida real. Y Wolfe llevó su cansancio hacia estas situaciones machistas al mercado, en forma de la exitosa app Bumble.
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