¡Ojo! Los 10 fraudes telefónicos más comunes
Cada año hay miles de personas que son víctimas de fraudes realizados a través de llamadas telefónicas, especialmente en comunicaciones dirigidas a teléfonos móviles, aunque los teléfonos fijos, especialmente cuando sus usuarios son personas de avanzada edad, son también un blanco suculento para quienes buscan aprovecharse de la confianza ajena.
Es muy común recibir llamadas telefónicas que en realidad buscan engañar al usuario por lo que citamos las más repetidas para evitar caer en los fraudes
A continuación relatamos algunos de los tipos de fraude telefónico más habituales, con el objeto de estar advertidos de los métodos de los potenciales estafadores y no caer en sus estafas:
-Apagón: Ante la opción de que se corte el suministro eléctrico o de la luz ante una hipotética deuda por un recibo impagado muchos (particulares y pequeñas empresas, especialmente estas en el caso del suministro eléctrico) preferirían pagar primero y aclarar después a qué corresponde esa reclamación, por lo que urge, como en la gran mayoría de los casos de fraudes telefónicos, ponerse en contacto con la empresa u organismo desde donde supuestamente se recibe la llamada para comprobar la existencia de dicha deuda pendiente.
-Cobro de deudas: Alguien que dice llamar desde una agencia de gestión de cobros se ofrece a conseguir un importante descuento en la deuda pendiente (una deuda que habitualmente no existe), llegando incluso a amenazar con acciones legales ante la negativa a pagar. Una vez vencida la resistencia inicial el fraude consiste en recabar información bancaria o conseguir la autorización de cobros de cantidades. La forma de evitar caer en este engaño pasaría por cerciorarse en primer lugar de que se mantiene alguna deuda con alguna empresa o entidad y, a continuación, intentar ponerse en contacto con la misma para verificar que dicha deuda no se ha traspasado a alguna empresa de recobros. Si fuera este el caso y queda debidamente acreditado no sería del todo una mala noticia, puesto que en ocasiones es cierto que pueden renegociarse de manera muy favorable los créditos pendientes, en algunos casos con sustanciosas rebajas, pero hay que asegurarse que el interlocutor es realmente quien afirma ser antes de facilitar datos personales o bancarios, para qué hablar de domiciliar pagos.
-El nieto/el amigo del nieto: Alguien llama a una persona mayor, haciéndose pasar por un amigo de su nieto (en algunos casos incluso por el propio nieto), contándole que está en apuros y necesita que se le envíe dinero. Como en el anterior caso, lo primordial sería comprobar que efectivamente el nieto está en apuros llamándole a él directamente o a un familiar que pueda confirmar la situación, no siendo recomendable en ningún caso enviar dinero a nadie que no sea de total confianza.
-La lotería ganadora: Siempre es una alegría ganar un premio en la lotería, pero ¿se había comprado el boleto? En caso afirmativo ¿puede comprobarse si efectivamente los números premiados son los que constan en el boleto que se posee? La duda se acrecienta cuando alguien llama informando que se ha ganado un premio en algún sorteo del que no se tiene conocimiento cierto de haber participado y que, para poder obtener el premio, hay que adelantar el pago de una cantidad en concepto de pago de impuestos o similar, sin el cual no podría hacerse efectivo el pago del premio. Evidentemente si se llega a ingresar a quien sea la cantidad solicitada ni se recuperará la misma ni nunca llegará a saberse nada del premio «ganado».
-La mejor tarifa: En esta ocasión el reclamo es mejorar la tarifa de algún servicio o suministro (electricidad, telefonía fija o móvil, acceso a Internet…). Si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones la llamada puede corresponderse con una acción comercial (más o menos agresiva, más o menos molesta, más o menos conveniente o incluso beneficiosa) hay quien se vale de esta familiaridad con dichas ofertas para recabar datos personales o conseguir que se contraten servicios más caros que aquellos con los que ya se cuenta.
-Llamada perdida: Mucha precaución con devolver llamadas perdidas a números que utilizan prefijos que no empiecen por +34 (en el caso de España). Se trata de llamadas realizadas desde el extranjero y la acción de devolver o recuperar esa llamada perdida puede comportar un susto cuando llegue la factura telefónica q incluya una llamada a un número de tarificación especial de algún exótico país que no entra en la tarifa de roaming que pudiera haberse contratado.
-Los últimos cuatro dígitos: Mucha atención con esta modalidad, porque responde más bien a una estrategia que puede aplicarse a cualquier tipo de fraude. Sucede cuando quien llama dispone de información parcial sobre la persona que recibe la llamada. Pueden ser los últimos cuatro dígitos de la cuenta corriente o del documento de identidad. A partir de ahí puede ganarse la confianza del receptor de la llamada haciéndose pasar por alguna empresa u organismo y, más que para conseguir vender algún producto o que se contrate algún servicio su interés podría ser completar la información para completar la que tiene. Así, de tener los cuatro últimos dígitos del documento de identidad recurriría a la fórmula «or motivos de seguridad y para comprobar su identidad le pido que complete los números que faltan de su DNI, del que los últimos número son…». Al facilitárselos se le ofrece una información muy valiosa para que pueda suplantar la identidad en un posible fraude.
-Microsoft llama: Alguien se hace pasar por empleado de Microsoft (a veces incluso ni se molestan en hablar en español, dando por sentado que todo el mundo se maneja a la perfección en el idioma de Shakespeare) asegurando que se ha detectado una incidencia o una amenaza en el ordenador (incluso si se usa Mac o Linux). Se darán unas instrucciones a seguir que suelen llevar a activar el acceso remoto al equipo, y a partir de ese momento se habrá permitido el acceso al equipo por parte de un desconocido que lo más probable es que no albergue las mejores intenciones. Ni, por supuesto, trabaje para Microsoft.
-Netflix llama: La respuesta aquí es bien sencilla: ni Netflix ni ninguna otra plataforma de streaming llaman por teléfono nunca a ninguno de sus abonados. Al otro lado del teléfono se anunciará que la llamada procede de una plataforma de streaming y que es necesario actualizar la información del pago de la suscripción o de lo contrario se suspenderá el servicio. A veces incluso se solicita la dirección de email y se remite un correo electrónico con un enlace que al pulsar ayudaría en el proceso pero, al contrario, lo que oculta dicho enlace es un vínculo que puede instalar malware en el ordenador.
-Vacuna COVID a domicilio: Es una de las más novedosas formas de llevar a cabo un fraude a través del teléfono. En España los servicios sanitarios no acuden al domicilio de los ciudadanos a inocular la vacuna de la COVID-19, por tanto cualquier llamada en ese sentido oculta un más que posible fraude, especialmente si pide datos personales o si se pide efectuar algún pago. Por extensión, tampoco se debe abrir la puerta del domicilio a quien diga ser personal sanitario desplazado a vacunar contra la COVID, pues potencialmente se podría sufrir un robo o una agresión.
Algunos consejos para evitar en la medida de lo posible estos fraudes telefónicos serían desconfiar de números de teléfono con la identificación oculta, desconfiar de números de teléfono con líneas extranjeras, bloquear números desde donde se reciben llamadas de manera insistente… Y como medida de precaución genérica, ante la duda, mejor colgar.