Los ‘influencers’ que no dejan claro sus acuerdos con las marcas, investigados en Reino Unido

El organismo regulador de la publicidad en Reino Unido, la Advertising Standards Authority (ASA), ha decidido tomar parte en una situación que cada vez viene siendo más habitual: que los influencers no avisen a los miembros de su comunidad de que un contenido ha sido pagado por una marca. En muchos casos es la propia compañía la que impone, para el desarrollo de la campaña, que no se señale el post como «patrocinado», pero en cualquier caso es responsabilidad del usuario aceptar o no el acuerdo y comunicar o no éste a sus seguidores.
El organismo regulador de la publicidad en Reino Unido, a por los influencers que no son transparentes
Así lo cree el organismo, que ha llamado la atención a «entre 200 y 300» usuarios influyentes en las redes sociales en el Reino Unido por no haber actuado con total transparencia para con los consumidores en plataformas como Instagram durante los últimos años. Según establece, es responsabilidad tanto de las marcas como de los influencers asegurarse de que los usuarios tienen toda la información acerca de quién pagó ese contenido antes de interactuar con él.
Precisamente Instagram, como otras plataformas, tiene habilitado un sistema para que el usuario pueda comunicar en su contenido claramente quién ha patrocinado esa publicación. Lo cierto es que no se trata de una de las funcionalidades más empleadas.
El organismo ha iniciado una investigación y está expulsando de la ASA a todos aquellos influencers que no son capaces de demostrar el origen de alguno de sus contenidos. Esto ha supuesto que usuarios tremendamente populares en Instagram, como Louise Thompson y Olivia Buckland, hayan sido apercibidas.
La investigación no se circunscribe únicamente a contenidos promocionados en el feed de Instagram o en sus Stories, sino que también están siendo estudiados tuits, posts en blogs y vídeos en YouTube.
Además, el propio gobierno de Reino Unido, a través de la máxima autoridad en cuestión de Competencia y Mercado, está desarrollando una investigación paralela para determinar el alcance de la situación y analizar el impacto que provoca que los influencers no comuniquen con claridad los acuerdos que desarrollan con las marcas.
Las redes sociales, por su parte, también han decidido tomar cartas en el asunto. Instagram anunció recientemente que pondría más medidas para impedir que los usuarios compraran «me gustas» en sus publicaciones, alterando así su nivel de influencia, y que eliminaría las cuentas que hubieran llevado a cabo esta práctica.
Sin embargo, no parece ser una medida muy consecuente. Basta dar un vistazo a la aplicación para encontrarse con publicidad -aceptada por la compañía- de empresas y aplicaciones que prometen crecer en número de seguidores o de «me gustas» a cambio de una pequeña inversión.