Los peligros del popular «¿A qué famoso te pareces?» de Facebook
Uno de los muchos juegos y entretenimientos que llenan Facebook últimamente ha resultado tener un lado más peligroso del que muchos usuarios no han sido conscientes. “¿A qué famoso te pareces?”, un aparentemente divertido e inofensivo test de la compañía Vonvon, en inicio simplemente registra nuestra foto de perfil para transformarla en la cara de famosos cantantes y actrices. Pero también se queda con nuestros datos para fines publicitarios y, lo más peligroso, los vende a terceros.
La empresa generó polémica hace unos años con el mismo tipo de juegos
Posiblemente hayas utilizado esta aplicación, o hayas visto cómo lo hacían tus amigos, sin ser consciente de los riesgos que estaban corriendo para su seguridad en la plataforma.
Hace unos años, los test que aseguraban predecir nuestra fecha de boda, nuestra profesión soñada o quién de nuestros contactos era nuestro amor secreto inundaban las redes sociales con una facilidad pasmosa. Pocos ponían reparos a que las aplicaciones, a menudo con urls extrañas, publicaran en nuestra cuenta sin nuestro permiso, principalmente por no leer sus condiciones de uso y a qué estaban dando aceptación al utilizarlas.
Es lo mismo que ocurre ahora con esta aplicación. Aunque la empresa propietaria explicita al usuario que va a registrar su perfil público -toda aquella información, desde fotografías a likes en ciertas páginas, que haya publicado a ese nivel de privacidad- su lista de contactos, el cumpleaños, el correo electrónico y las fotografías, esto es algo que no ha echado para atrás a los que querían saber con qué famoso comparten parecido. Posiblemente, porque ni si quiera lo han leído y han dado su aceptación.
No es la única app que se dedica a comerciar con nuestra información. De hecho, Vonvon se hizo popular hace dos años con «La nube de palabras», un test que de igual forma decía analizar nuestras publicaciones en la red social para establecer un criterio de frecuencia en su uso, y que fue utilizado por más de 17 millones de personas.
El hecho de que estas aplicaciones a las que damos permiso para monitorizar nuestro paso por la red social sigan trabajando en segundo plano mucho después de haber hecho sus llamativos test puede dar una pista acerca de sus verdaderas intenciones.