Mar Muñiz: «Los padres han de ser amigos de sus hijos en las redes sociales… y ser discretos»

ENTREVISTA a Mar Muñiz, periodista, redactora de Suplementos Especiales en el diario «El Mundo», que acaba de publicar su primer libro, «Mientras vivas en esta casa» (Editorial Esfera de los Libros), en el que en clave de humor repasa las frases más entrañables que dicen las madres y realiza un retrato de cómo ha cambiado la relación entre padres e hijos en los últimos años. En ese contexto, cómo no, están presentes Internet y las redes sociales, canales que también pueden servir para mejorar la comunicación con los más pequeños pero que, como apunta Muñiz durante la entrevista, es fundamental que se empleen sin olvidar el sentido común.
-Mar, en tu libro hablas de las frases de nuestras madres que todos pensamos que nunca diríamos y llegados a una edad nos sorprendemos diciendo… ¿Cuál era tu objetivo al crear este libro? ¿Cuáles has dicho tú ya en más de una ocasión?
Tengo dos objetivos con el libro: el primero, hacer un homenaje a nuestras madres, a las que cuidaron de la generación del babyboom a la que pertenezco, y a las que muchas veces hemos tratado injustamente. Hemos creído, muy osados, que dedicarse a los hijos y a la casa era un asunto menor, y no hemos agradecido lo suficiente esa labor de cuidado en la sombra y sin reconocimiento a la que ellas dedicaron los mejores años de su vida, probablemente. El otro objetivo es hacer reír un poco al personal, que falta nos hace. Mi libro es un libro de humor, no de crianza y mucho menos, de ¡una que sea modélica!
Por supuesto que yo ya he dicho esas frases. Todas. Creía que yo estaba más preparada que mi madre para criar y al final, mucha literatura, mucha literatura, pero… ¡zas, he recurrido a la pedagogía ochentera de brocha gorda! La que más he dicho, muy a mi pesar, y más rápido de lo que creía, es la que da título al libro: ‘¡Mientras vivas en esta casa..!’.
Es básico enseñar a los niños y adolescentes a filtrar bien la información que encuentran en Internet
-¿De qué manera Internet, las redes sociales… han cambiado la manera de relacionarse con los hijos?
Ahora, si compartes espacios con ellos en redes sociales, ya no sólo la relación es de padre-hijo, sino de amigos en Facebook, seguidor en Instagram… Es una relación diferente y extraña, porque en las redes tú muestras una parte de ti que suele ser diferente a la que enseñas en casa. Yo aún no me encuentro en esa situación, por una cuestión de edad de mis hijos, pero el hecho, por ejemplo, de que tenga smartphone y, con ello, Whatsapp, me hace fijarme en lo que pone en su estado, si cambia la foto de perfil… Imagino que él hará lo mismo. Es algo extraño para mí todavía.
-¿Cómo se adapta también el lenguaje, las frases de madre… a la era de Internet y las redes sociales?
Yo creo que el lenguaje de las frases de madre es universal y trasciente épocas y esferas. Está en las casas, en el boca a boca, en la calle y también en Internet y en las redes. Forma parte de nuestro acervo cultural, por lo menos de momento.
-Acabarán las madres de hoy día diciendo… “como vaya yo y lo encuentre… ¿en Google?” ¿Se avisará a los pequeños de que la cena está lista a través de Mensaje Directo por Instagram o quizá, ahora, por Twitch…?
Es básico enseñar a los niños y adolescentes a filtrar bien la información que se encuentran por ahí. Falta absolutamente esa formación y si no la reciben, son carne de cañón de bulos, fake news, manipulación intencionada, etc.
Yo ya he dicho: como vaya yo y lo encuentre (en Google)… Fue a propósito de una búsqueda de información para una tarea del cole. Mi hijo acababa en páginas que nada tenían que ver con lo que necesitaba y recuerdo que cogí la tablet para poner un poco de orden en aquella búsqueda errática. Son nativos digitales, sí, pero no saben filtrar ni seleccionar información válida. Hablo de edades de 12-13 años…
-¿Deben los padres “hacerse amigos” de sus hijos en las redes sociales? ¿Cómo evitar los peligros online que pueden acechar a los más pequeños?
Creo que sí hay que ser amigo en redes. Ser discreto también es preciso, estar ahí observando, sin ser invasivo ni impertinente, claro, pero ahí. En la vida analógica, sería más o menos como colocarse detrás del arbusto en el parque cuando está con los amigos, jajajaja.
Con respecto a los peligros, hay una cosa en la que yo misma caigo muchas veces pero sé que no se debe: demonizar Internet, alarmar sobre todo lo malo que puede pasar… Creo que si lo hacemos, los niños desconectarán de nosotros y no nos contarán nada de nada. Corremos el riesgo del temido hermetismo adolescente. Si sucede, en el caso de que pase algo malo o que les inquiete alguna cuestión, no nos enteraremos.
-El desconocimiento es quizá uno de los principales problemas. Legalmente, los menores de 13 años no deberían tener redes sociales…
Claro que desconocemos muchas cosas. Yo, de hecho, ese dato no lo sabía a ciencia cierta. Hay que tener en cuenta una cosa: los padres de ahora tenemos 30-45 años y no hay que olvidar que nacimos sin Internet. Hacemos lo que podemos y esa es nuestra obligación pero… ¡nos cuelan tantos goles..!
-¿De qué manera pueden las redes sociales e Internet ser beneficiosas en la educación de los más pequeños?
Creo que Internet es una ventana al mundo increíble, como nunca antes existió. Claro que puede ser beneficiosa en tanto que ofrece herramientas nuevas, interactivas… Pueden aclarar dudas si no tienen un libro a mano, aprender Geografía, seguir blogs de profesores…
Y por redes también pueden conocer otras culturas, chatear con gente de otra punta del planeta… En mi época, existía aquello de cartearnos con los alumnos de un colegio de Bristol, pongamos por caso. Digamos que facilita las cosas, las agiliza.
Hay algo que no se puede perder de vista: el sentido común. Una criatura de 10 años no necesita un móvil
-¿Qué opinas de los niños youtubers (y de sus padres)? En los rankings de los mejor pagados del mundo, siempre ocupan los primeros puestos. Ryan, el youtuber más rico de 2020, es un niño de 8 años que en su canal hace unboxings de juguetes.
Conozco esos contenidos pero no los consumo, y mis hijos tampoco. Me sorprende muchísimo que abrir paquetes de juguetes interese a nadie pero es obvio que soy una excepción. Más o menos tengo la misma opinión que con los niños artistas o deportistas de alto nivel: siempre que puedan ser niños, llevar sus estudios al día, que puedan jugar y no les suponga a ellos una carga excesiva, imagino que sus padres harán lo que creen mejor para ellos y su familia. Con esto no quiero poner al mismo nivel el salto con pértiga olímpico que abrir una caja de Lego, ojo. Hablo de la vida que muchos niños llevan por decisión sobre todo de los adultos de referencia, o sea, sus padres.
-YouTube Kids, Facebook Messenger Kids… ¿te fías de los productos para niños que han creado las grandes redes sociales?
Entiendo que son un intento de las grandes redes de no perder el trozo de tarta que corresponde al público infantil. Es una manera de filtrar contenidos aptos para ellos y de asegurarnos de que no van a aparecer escenas que no permitiríamos ver a nuestros hijos. En principio me parecen bien, pero confianza ciega… realmente, no.
-¿Alguna recomendación para los padres cuyo hijo les pide un móvil con menos de 10 años… o incluso un smartwatch infantil, que ya los hay en el mercado?
Ojalá pudiera yo dar recomendaciones a alguien, pero no es el caso. No obstante, hay algo que jamás debemos perder de vista y muy especialmente los padres: el sentido común. Es fundamental. Una criatura de menos de 10 años, salvo casos muy puntuales que más tendrán que ver con circunstancias de los padres, como separaciones no amistosas, etc., no necesita un móvil. Eso lo sabe cualquiera, ¡hasta yo, que he incumplido todos mis propósitos como madre desde que el Predictor dijo ‘sí’!
Yo quise postergar el smartphone hasta que mi hijo cumpliese 13 años. Un mes antes se lo dimos. Nos pudo su insistencia, sus lamentos infinitos por ser el raro del instituto, etc. Eso sí, pactamos con él unas condiciones en un contrato que firmó. Hay varios en Internet que se pueden descargar y personalizar. Creo que acordar unas condiciones de uso previas es fundamental. Es el único consejo que puedo dar. Y claro, ¡luego cumplirlo!
*Fotografías: eSong