Cómo medir la velocidad de Internet

Contamos con conexión a Internet en el móvil, en el trabajo, en casa. Conocer realmente la potencia de nuestro ancho de banda puede facilitarnos la tarea de lidiar con películas que no se cargan, mensajes que se tardan en enviar y con imágenes que se publican media hora más tarde.
Las empresas ofrecen una velocidad de conexión que probablemente no sea la que acabemos usando al emplear Wi-Fi
Para empezar, hay que tener en cuenta que la velocidad contratada no es tal si lo que empleamos es señal Wi-Fi. La empresa está obligada a ofrecer lo acordado… hasta que llega al router. La instalación, el número de dispositivos e incluso la posición de vigas y paredes puede favorecer que trabajemos diariamente con una velocidad significativamente más lenta de la que estamos pagando.
Además, especialmente si vivimos en pisos, es probable que nuestra señal interfiera en la del vecino y viceversa, provocando una mala conexión.
¿Cómo podemos comprobar si la compañía nos está ofreciendo un servicio correcto o mejorable? Existen varias opciones. En primer lugar, se puede buscar a través de Google simplemente escribiendo «test de velocidad». Normalmente, speedtest.net, de Ookla da resultados fiables. Google también ofrece su propio servicio al teclear en la barra de búsqueda.
La prueba se puede realizar en cualquier dispositivo con Internet, y la mejor opción es probar la de cada proveedor. Por ejemplo, Movistar, Orange y Vodafone ofrecen sendos tests de velocidad para sus clientes, de forma gratuita.
Para realizar la prueba de forma algo más seria, se debe desactivar el Wi-Fi de cada dispositivo, y enchufarlo al router mediante un cable de ethernet. Después de apagar también cualquier otro dispositivo, realizar el test podrá indicar con qué velocidad trabajaríamos si nuestra conexión no se dispersara a través de Wi-Fi.
Las horas también influyen a la hora de conseguir resultados aceptables, pues los picos de actividad se dan durante el día. Realizar un test de madrugada implica que puede haber menos interferencias porque menos usuarios trabajan con dispositivos conectados a Internet de noche.
Actualmente, los proveedores ofertan un máximo de 300 Mb a través de la fibra óptica, aunque también se continúa instalando ADSL, y aunque normalmente los usuarios tiendan a pensar que más es mejor, quizá comprobar cuánta velocidad necesitan puede revertirse en un ahorro en la factura.
Para poder visualizar contenido de alta definición, abrir el correo y navegar por las redes sociales, los usuarios podrían tener una experiencia correcta con 20 Mbps. Lo recomendado es consultar al proveedor sobre el uso real que pensamos realizar al contratar un servicio antes de dejarnos llevar por las ofertas.