Método [definitivo] para ahorrar gracias a tu banco
El ahorro es una de las principales asignaturas pendientes de los españoles. Los últimos estudios del Banco de España así lo confirman: en 2018, tan solo conseguimos ahorrar el 4,87% de lo que ingresamos, lo que sitúa la tasa de ahorro de la población en mínimos históricos.
Esa baja capacidad de ahorro tiene relación con el aumento del consumo y la baja evolución de los salarios, pero también tiene que ver con el desconocimiento. Buena parte de los españoles no ha sabido desarrollar una cultura del ahorro y, aún teniendo unos ingresos holgados, no es capaz de guardar dinero.
Pero ahorrar no es complicado. Solo requiere un pequeño esfuerzo de planificación y de contención del gasto. Además, contamos con instrumentos que facilitan la labor. Dos ejemplos son la Cuenta Clara de ABANCA y su Cuenta Calderilla, que permiten ahorrar un poco cada día sin que apenas nos demos cuenta.
Quiero ahorrar: ¿por dónde empiezo?
Para empezar a ahorrar lo primero que hay que saber es en qué se gasta el dinero. Luego habrá que elaborar un presupuesto mensual y, al final, habrá que coger las tijeras para recortar. En todo el proceso, no vamos a estar solos; los bancos y las nuevas tecnologías van a estar de nuestra parte y nos van a proporcionar un punto en el que apoyarnos.
1. Relación de gastos
Los gastos de una familia son de distintas categorías. Por un lado, están los denominados gastos fijos; luego están los relacionados con el día a día y finalmente todo lo vinculado al ocio.
- Gastos fijos: son invariables. Aquí se incluyen la vivienda (alquiler o hipoteca), colegios, alquiler de parking, cuotas a la Seguridad Social (autónomos), préstamos, compras a plazos, cuotas del gimnasio, etc.
- Suministros: van a variar en función del consumo. Aquí se incluyen los gastos de agua, luz y electricidad, el combustible para el automóvil, operadoras de telefonía, transporte, etc.
- Gastos del hogar: incluyen alimentación, higiene, vestuario, sanidad, material escolar, etc.
- Ocio: este apartado es muy variable; puede incluir comidas, cenas, salidas al cine o al teatro, actividades lúdicas para los niños, etc.
Para tener claros todos estos gastos y poder analizarlos mes a mes, lo mejor es laborarse una hoja de Excel o utilizar alguna aplicación de móvil para tal efecto. De esta manera, podremos realizar los cálculos con rapidez y ver qué partidas están generando más gasto. Eso ayudará a elaborar un presupuesto mensual y será el punto de partida para establecer un plan de ahorro.
2. Presupuesto por partidas
¿Tenemos ya claro en qué se nos va el dinero? Ahora toca administrarlo y eso pasa por elaborar un presupuesto. El punto de partida de todo presupuesto es el capital con el que contamos, es decir, los ingresos. Luego habrá que hacer una previsión de gastos y asignarle una partida presupuestaria concreta, incluyendo un apartado para imprevistos.
Lo importante del presupuesto es intentar no desviarse de él. Hay que tener en cuenta también que no todos los meses son iguales; a los gastos habituales hay que añadir puntualmente conceptos como seguros, impuestos, etc. También hay épocas de mayor consumo, como Navidad o vacaciones de verano, que van a exigir una aportación extra de capital.
3. Plan de ahorro
Con el presupuesto mensual en la mano, toca elaborar un plan de ahorro y ver en dónde se puede recortar. Aquí hay que ser muy realista y fijarse objetivos fáciles de asumir. Las partidas que más permiten ahorrar son la alimentación y el ocio. Ofertas 2×1, promociones, cupones descuento… todos estos recursos son útiles para recortar el gasto. En energía también se puede ahorrar bastante, sobre todo en calefacción y aire acondicionado.
Cuenta Clara de ABANCA y Cuenta Calderilla
Con la ayuda de los bancos, también es posible ahorrar. Un ejemplo es la Cuenta Clara de ABANCA, que, de entrada, regala al usuario 150 € tan solo por domiciliar la nómina. Es una cuenta corriente online sin comisiones, que permite sacar dinero en miles de cajeros y que dispone de un apppara gestionar los pagos desde el móvil. Pero lo más interesante del producto es que permite el ahorro automático.
Cuenta Clara dispone de una cuenta auxiliar remunerada, donde va a parar el saldo que exceda de los 3.000 €. El depósito ofrece, como mínimo, un 0,05% TAE, al que hay que añadir otra remuneración del 0,15% TAE por la domiciliación de la nómina.
Otro producto de ABANCA pensado para el ahorro es la Cuenta Calderilla, vinculada a la banca electrónica. ¿Cómo funciona Cuenta Calderilla? Es muy sencillo: tan solo hay que ir al apartado “tarjetas” y activar el servicio. Cada vez que hagas una compra con tarjeta, la cuenta redondeará el precio al alza hasta el próximo múltiplo de 5. Por ejemplo, si haces una compra de 26 €, se te cargarán 30 €. Esos 4 € de diferencia irán a parar a una cuenta auxiliar con una remuneración del 0,15% TAE.
Así que, ya ves; ahorrar no es solo cuestión de esfuerzo y contención; los bancos también ayudan.