Montaña Vázquez: «El mundo online ha supuesto cierta banalización del amor»

ENTREVISTA a Montaña Vázquez, periodista, experta en comunicación y autora del libro «Match» (Alienta Editorial), en el que analiza cómo ha cambiado la manera de conocer gente en la era posmoderna, con especial atención a Tinder y las aplicaciones móviles para ligar, y en el que ofrece consejos para saber sacarse partido a uno mismo y encontrar eso tan ansiado que es la felicidad.
-Montaña, ¿De qué manera ha afectado la pandemia de COVID-19 a la forma de ligar?
-Creo que ha quedado demostrado que vivimos en una sociedad hiperconectada, que cada vez hay menos cosas que no podamos hacer online. Ante la imposibilidad de vernos presencialmente, las apps y redes sociales han jugado un papel fundamental durante el confinamiento. De hecho, una gran mayoría de personas, ya antes de la pandemia, dejaba en manos de un algoritmo la decisión de conocer o no a alguien, pero creo que esta tendencia puede verse un poco modificada, quizás, muy al principio de la pospandemia. Si antes pensaba que el uso que hacemos de las tecnologías podría convertirnos en personas un tanto reservadas y con carencias en cuanto a habilidades sociales, ahora quiero pensar que seremos capaces dar el valor justo a la tecnología. Porque nos hemos dado cuenta de lo importante que es el trato presencial y creo que, a causa del confinamiento, estamos un poco ‘empachados’ de vernos y hablarnos online.
Ahora valoramos mucho más que antes el contacto humano porque nos hemos visto privados de él, y quizás esto nos vuelva un poco más selectivos, sobre todo por precaución y optimización de recursos. La posibilidad de un nuevo confinamiento nos crea angustia por muchos motivos, pero uno de ellos es, sin duda, que ya sabemos, y lo hemos comprobado de modo empírico, lo difícil que es no poder salir de casa, quedar con la familia, amigos, conocer gente nueva, bailar, besarse… Sin embargo creo que hay algo positivo en todo esto: el uso de la mascarilla y el respeto de la distancia social nos ha vuelto más observadores, prestamos más atención al lenguaje no verbal, al contacto visual, que es clave en el flirteo.
Debemos convertirnos en emprendedores emocionales
-¿Qué debemos tener en cuenta ahora si queremos encontrar pareja?
-Que debemos convertirnos en emprendedores emocionales. Tenemos que ser nuestra prioridad, nuestro propio líder. Esto implica disfrutar de una autoestima equilibrada y de un sentimiento de abundancia en cuanto al amor y a la vida. No podemos partir hacia esta aventura desde un sentimiento de necesidad, de carencia, porque entonces lo que obtendremos serán sobras. Debemos prepararnos para ser un cien por cien y ser conscientes de que, si siendo tal como somos no nos ha ido bien en nuestras relaciones de pareja, es hora de cambiar de estrategia y dejar de ser nosotros para convertirnos en quienes de verdad deseamos ser. En definitiva, el primer paso implica una transformación personal para obtener nuestra auténtica versión, y desde ahí, ser felices. La felicidad se entrena y es algo irresistiblemente atractivo. Y por supuesto, si lo que estamos buscando es un vínculo estable y perdurable, es recomendable compartir objetivos, creencias y valores.
-¿De qué manera nos ayudan / nos perjudican las apps para conocer gente?
El mundo online ha derruido fronteras, ha democratizado las relaciones y ahora tenemos infinitas posibilidades para conocer gente. Y esto es maravilloso. Pero creo que también ha supuesto cierta banalización del amor y las relaciones: tenemos que saber que tanto en redes sociales como en apps somos producto y cliente al mismo tiempo. Buscamos en el catálogo universal de personas y somos también parte de ese catálogo. Creo que deberíamos encontrar el punto intermedio en la utilización del mundo online para relacionarnos, porque creamos multivínculos emocionales con miles de amigos/amantes virtuales que resultan ser artificiales. Si queremos construir relaciones prometedoras, deberíamos mostrar nuestra vulnerabilidad, sin embargo, el mundo digital es el abono perfecto para ‘mentir’ acerca de cómo somos porque nos sentimos protegidos tras un dispositivo.
-¿Vivimos en una cultura que potencia más el “aquí y ahora”, o el “me gustas pero quiero conocer más gente”?
-Lo que esperamos de nuestras relaciones de pareja ha cambiado mucho. Hemos pasado del amor romántico basado en una sola relación para toda la vida y en la idea de un yo incompleto que necesita al otro para estar pleno, al ‘amor confluente’ que acuñó Giddens, que expone relaciones equilibradas y responsables al 50%, y después el ‘amor líquido’ de Bauman, caracterizado por la inmediatez y el miedo a establecer relaciones duraderas.
No creo que vivamos en el aquí y ahora, realmente no creo que vivamos el presente, sino que no nos atrevemos a vivir plenamente. Nos hemos acostumbrado a crear sólo conexiones, no vínculos. Y además, nuestra tolerancia a lo que se identifica como fracaso está en mínimos históricos. Vivir y amar implican aprender y crecer…y muchas veces hay dolor y placer. Ambos sentimientos son un trampolín hacia nuestros objetivos, pero para esto hay que implicarse, ser coherente con uno mismo y ser valiente.
-¿Ha convertido Internet las relaciones en algo más efímero?
-Yo lo llamo obsolescencia programada de las relaciones. Me resulta curiosa esta paradoja: seguimos anhelando el amor auténtico y tener relaciones prometedoras, sin embargo no estamos dispuestos a trabajar en pos de ese amor. Porque vivimos con miedo: miedo a sentir algo profundo; miedo a no sentirlo; miedo al rechazo; miedo a decir SÍ y a decir NO; miedo a mostrar nuestra vulnerabilidad; miedo a no mostrarla; miedo a ser honestos; y a no serlo; miedo a que la relación perdure, y miedo a que se acabe… De esta forma sólo conseguimos sobrevivir emocionalmente. Muy poca gente asume riesgos, muy pocos potencian su capacidad emprendedora.
-¿Cómo podemos hacer para destacar sobre el resto de candidatos?
-En el libro propongo un decálogo para redescubrir nuestro espíritu aventurero y convertirnos en emprendedores emocionales. Recuperando la conexión con nosotros mismos, la mentalidad de principiante, convirtiéndonos en nuestra prioridad, entrenando cuerpo y mente y, sobre todo, estableciendo un objetivo claro. Esto es fundamental para iniciar el camino. Nunca hay que perder de vista nuestro objetivo. Hay algo que está en nosotros y se nos olvida: la felicidad. Tenemos que entrenar la felicidad cada día, porque ésta es un imán que atrae personas ‘joya’.
-¿Qué trabajo personal debemos hacer?
Tenemos que saber quiénes somos para saber quiénes queremos ser. Y esto es un proceso de transformación personal que no es fácil, doy fe, pero es efectivo. A partir de esta premisa, la clave está en cada uno de nosotros, en cambiar desde nuestro subconsciente, porque si intentamos cambiar desde el consciente será una tarea ardua, eterna y poco efectiva. Tenemos que saber que la mente es nuestra aliada más preciada, para ella siempre tenemos razón, es un gps que nos guía hasta la meta… cualquiera que ésta sea. Por eso es muy importante saber que:
Lo que piensas controla lo que sientes.
Lo que sientes controla lo que haces.
Lo que haces controla tu conducta.
Es esencial que nos cuidemos, por dentro y por fuera; recomiendo fervientemente empezar a practicar la meditación, porque te centra en el presente, destruye los miedos y te inicia en una cualidad super útil: la inmunidad ante el rechazo y ante el elogio. De esta forma descubres que la única aprobación que necesitas es la tuya. Y es entonces cuando empiezas de verdad a ser brillante.
-¿Es el verano una buena época para encontrar pareja?
En circunstancias normales es una estación perfecta para conocer gente nueva por razones obvias: salimos con más frecuencia, estamos de vacaciones, cambiamos de contexto y de entorno y hay una especie de exaltación de la sensualidad. Estamos más predispuestos a disfrutar de la vida en general sin necesitar mucho más que eso, y esta actitud es muy atractiva. Si pudiéramos mantener esta sabiduría de vida en las cuatro estaciones del año, ¡sería perfecto!