Mueren más jóvenes por enviar mensajes al volante que por beber

Tendemos a hablar mucho de lo poco conveniente que es el alcohol cuando vamos al volante, pero poco se dice de lo peligroso que es utilizar el teléfono móvil mientras se conduce, no ya para hablar, sino para mandar mensajes, una práctica que cada vez más personas realizan y que está trayendo consecuencias más nefastas que el consumo de bebidas alcohólicas.
Así ocurre en Estados Unidos, donde según un estidio del Cohen Children¡s Medical Center en Nueva York, más jóvenes resultan heridos -o fallecen- en accidentes de tráfico por ir enviando mensajes con su móvil que por superar los límites de alcohol en sangre permitidos.
Como decimos, la estadística se refiere a Estados Unidos, y aunque no sea extrapolable al resto de países, sí que sirve para lanzar un mensaje de advertencia y concienciación.
Según el estudi, cada año más de 300.000 jóvenes resultan heridos en accidentes como consecuencia de enviar SMS o utilizar programas de mensajería instantánea al volante. Además, como resultado de estas prácticas, más de 3.000 mueren al año. Las cifras invitan a la reflexión y pueden compararse con los 282.000 heridos y las 2.700 muertes que tienen lugar como consecuencia del alcohol.
El problema también reside en que en muchos estados de Estados Unidos, la práctica de enivar mensajes de texto mientras se conduce no está penada, como sí lo está en Reino Unido o en España. Existe así pues un vacío legal que no hace a los jóvenes reparar en lo peligroso de la práctica.