¿Necesita mi empresa mejorar su eficiencia energética?

Ahora que todos estamos preocupados por el precio de la factura de la luz, es habitual pensar que controlar la eficiencia energética de nuestra vivienda puede suponer un considerable ahorro de energía y abaratar la factura mensual. Adoptando algunas medidas, es posible reducir el Índice de Eficiencia Energética de una vivienda, pero quizá en lo que no habías reparado es que esto también es posible hacerlo no sólo en el ámbito personal, sino también en el corporativo, pensando en la eficiencia energética en empresas.
Si tienes una empresa, sea del tamaño que sea, usar la energía de manera eficiente -consumiendo la menor cantidad de energía posible- y controlar así el Índice de Eficiencia Energética resulta también de vital importancia. Por una parte, para contribuir a cuidar el medio ambiente y, por otra, porque también la eficiencia energética de una empresa puede suponer un ahorro en las facturas de energía.
La eficiencia energética de una empresa se mide en relación al ahorro de energía. Si por ejemplo, emplea aparatos electrónicos que requieren menos energía para realizar el mismo trabajo, y su consumo energético es inferior a la media, se estará contribuyendo al ahorro energético en la empresa.
De la misma manera, las prácticas que lleve a cabo la empresa para concienciar a cada uno de sus empleados con el objetivo de que adopten y se promueva el consumo responsable de energía, también contribuirá a tener un mejor Índice de Eficiencia Energética en la compañía.
¿Qué supone para una empresa cuidar la eficiencia energética?
Una compañía que se preocupe por el menor consumo de energía, optimizándolo para realizar las tareas que se deben realizar, y que adopte las medidas necesarias para conseguir esa eficiencia, logrará un mayor desarrollo económico y disfrutará de una serie de ventajas adicionales.
Por ejemplo, una empresa eficiente energéticamente ahorrará costes. Esto no sólo repercutirá a final de mes directamente en la factura de la compañía de energía, sino que también supondrá un aumento de la competitividad de la compañía. Si emplea energías renovables, sus costes de producción se reducirán y esto influirá también en sus cuentas a largo plazo. Es decir, se convierten en compañías más productivas, ya sea de forma directa o como consecuencia de esas medidas adoptadas para el ahorro de energía.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que si se emplean energías renovables se reducirán también las emisiones de dióxido de carbono, los gases de efecto invernadero… con lo que se estará contribuyendo a la conservación del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.
Por otra parte, si en lugar de depender de la energía fósil que proviene de otros países, se depende de fuentes de energías renovables, se reduce la dependencia energética y a largo plazo esto también puede suponer un ahorro de costes.
Estas son sólo algunas de las ventajas. Una empresa que apueste por su eficiencia energética será también una compañía desarrollada más tecnológicamente y, también, mejorará la imagen que los clientes y potenciales clientes tengan de ella. La imagen de marca de una compañía eficiente y que apuesta por cuidar el medio ambiente es también un valor fundamental que tiene gran peso en las campañas de marketing y a la hora de fomentar el branding de la compañía.
Es cierto que apostar por la eficiencia energética de la compañía puede suponer incurrir en ciertos costes iniciales para readaptar los equipos y maquinarias, emplear fuentes de energía renovables e incluso modificar aspectos de los procesos de producción. Pero tras esa inversión inicial, se recuperan los gastos con creces al ahorrar costes de producción y ser más eficientes, entre otras ventajas, así que no lo pienses más y haz de tu compañía una empresa energéticamente responsable y comienza a ahorrar.