Por qué no debes creerte todo lo que te llega por WhatsApp
Los bulos que recorren las redes sociales y las plataformas de mensajería son en ocasiones más antiguos que el propio canal por el que circulan.
Este fin de semana, sin ir más lejos, corrió como la pólvora la información «confidencial» de que, a la luz de los ataques terroristas sufridos en otras ciudades europeas, el metro de Madrid iba a ser el lugar del siguiente. La difusión masiva y el temor hicieron que la Policía tuviera que desmentir, a través de Twitter, esta información.
Muchos bulos pueden reconocerse si se busca la información en otras fuentes, si contienen faltas de ortografía o aseguran regalos
Pero, ¿quién los crea, cómo se expanden tan rápido? Los bulos se alimentan de la inseguridad y el miedo a que sí sean reales. El «por si acaso», se repite en la mayoría de los mensajes, y su difusión puede conducir a crear un estado de pánico que es evitable.
España continúa actualmente con el nivel antiterrorista 4 activado; los usuarios que recibieron el mensaje a lo largo del sábado dieron credibilidad a la información precisamente por el contexto en el que se encuentra el país, pero no hay indicios -ni confirmación oficial- de que el atentado sea «inminente».
La Policía Nacional, ante esto, expedientó al autor de una circular de la Comisaría de San Blas, en Madrid, que apoyaba el mensaje de un atentado islámico «inminente» en la capital, y que pedía precaución a los propios agentes.
NO existe riesgo inminente de atentado. Esta info NO está avalada por informe policial. Abierto expediente al autor.
Solo fuentes oficiales pic.twitter.com/Ukhx6ZAjra— Policía Nacional (@policia) 27 de mayo de 2017
No obstante, otros bulos que circulan periódicamente por WhatsApp son menos alarmantes, aunque igual de falsos. Ni WhatsApp tiene pensado cobrar por mensaje, ni se va a volver privado, ni es posible -de momento- que la aplicación cambie de colores si se envían ciertos mensajes a un grupo de contactos.
Los bulos suelen contener faltas de ortografía, prometen algo gratis o enlazan a páginas web con una URL extraña. Igual que Facebook alertó sobre las informaciones falsas que recorren la plataforma, parece que WhatsApp debe publicar una guía para ayudar a que los usuarios disciernan entre una información real y una falsa.
En India, durante la semana pasada, la difusión de un bulo a través de WhatsApp que advertía del secuestro de niños ha provocado que un grupo de personas matara a otras siete, para evitar el riesgo de que secuestraran a sus hijos.
Este hecho pone de relieve la cautela con la que hay que coger las noticias que lleguen a través de WhatsApp. No se debe credibilidad a todo lo que nos llegue, por mucho que nos lo envíen nuestros amigos o conocidos. Como siempre, hagamos caso del sentido común y hagamos caso a las fuentes oficiales.