Uno de los chats para conocer desconocidos más populares -y más polémicos- del mundo, Omegle, ha cerrado sus puertas tras 14 años de actividad.
A lo largo de su historia, Omegle se ha enfrentado a numerosas demandas y polémicas por permitir contenido inapropiado, para adultos e incluso acusaciones de respaldar la pedofilia. Ahora deja de prestar servicio, tal y como ha confirmado su fundador, Leif K-Brooks, en un comunicado oficial.
El directivo ha publicado una carta de despedida dirigida a todos aquellos que alguna vez emplearon el servicio para conocer a extraños.
Cómo funcionaba Omegle
Omegle se lanzó en 2006 y su finalidad era crear un espacio digital en el que personas con intereses similares, en cualquier parte del mundo, pudieran chatear en directo de forma totalmente aleatoria, al estilo de Chatroulette.
En Omegle se podía chatear tanto a través de texto como de vídeo con personas aleatorias, sin tener que registrarse. Tan sólo era necesario acceder a su página web oficial desde un navegador de escritorio, una tablet o un smartphone y asegurar tener 13 años (algo que no era controlado de ninguna manera).
Al tratarse de una plataforma que se basa en el anonimato, el registro no es una obligación. En este sentido, los usuarios no tienen que identificarse, por lo que no existe información sobre edad, sexo o identidad. Este punto es bastante sensible, sobre todo para ciertas franjas de edad -los usuarios más jóvenes- que podían ser más vulnerables a ataques.
Tras acceder a Omegle, los único que hay que hacer es seleccionar el idioma en el que se quiere interactuar con otros usuarios. También se podían seleccionar -si se deseaba, pues era optativo- los intereses de la persona con la que se deseaba entrar en contacto.
Hecha la selección, Omegle te conectaba con otro usuario aleatoriamente para iniciar la conversación. Si en algún momento, por el motivo que fuese, querías abandonarla, tan sólo necesitabas pulsar un botón para ser conectado con otro usuario.
Omegle, siempre envuelto en polémicas
Durante los 14 años de su existencia, Omegle siempre ha estado envuelto en polémicas. Algunas fuentes señalaban que incluso la compañía monitorizaba los chats para evitar que se difundieran algunos contenidos. Pero la realidad es que Omegle siempre se ha caracterizado, precisamente, por su falta de control.
Ha sido la ausencia de reglas y control precisamente la que ha provocado que, a lo largo de su historia, Omegle se haya visto envuelto en constantes polémicas. Por ejemplo, han sido muchos los casos de menores que han accedido a chats en los que han entrado en contacto con adultos. También se han conocido situaciones en las que ciberdelincuentes han accedido a conversaciones privadas consiguiendo robar información de los ordenadores de los usuarios implicados.
Precisamente las delicadas situaciones experimentadas y la ausencia total de filtro es lo que ha llevado al creador de la plataforma a tomar la decisión de cerrar. Según él, en la actualidad Omegle se ha convertido en un servicio «insostenible» ya no sólo desde el punto de vista económico, sino también emocional.