Por qué el uso de Bitcoin se dispara en Nigeria tras prohibirlo
Nigeria, con sus más de 200 millones habitantes, acoge dentro de sus fronteras a una de las comunidades de usuarios de Bitcoin más grandes del mundo. El extendido uso de la criptomoneda por parte de los ciudadanos del país subsahariano no era visto con buenos ojos por el banco central nigeriano, que hace tres meses prohibió a las instituciones financieras cualquier tipo de operaciones con exchanges.
Nigeria considera que el Bitcoin y otras criptos son una amenaza para su integridad económica, por lo que ha prohibido su uso a través de exchanges
Esto significó que, por ley, los bancos debían cerrar las cuentas de todos aquellos clientes que enviasen (o recibiesen) dinero a un exchange, lo cual supone la espina dorsal del comercio con criptomonedas. Sin embargo, esto ha tenido un efecto inesperado, ya que las transacciones de Bitcoin P2P (peer to peer, o de persona a persona) han crecido un 27% desde la prohibición.
Técnicamente, en Nigeria no está prohibido tener criptomonedas, sino operar con exchanges. Los analistas del banco central supusieron que prohibiendo el comercio con exchanges eliminarían de un plumazo la economía cripto en Nigeria, pero los nigerianos están determinados a seguir utilizando criptomonedas.
De esta manera, los usuarios de plataformas como Paxful, un servicio de intercambio de criptos P2P, pueden seguir operando entre ellos sin repercusiones legales. De hecho, el volumen de comercio de criptos de los últimos tres meses ha sido de 103 millones de dólares, lo que muestra un aumento importante comparado con los 80 millones de dólares de los tres meses anteriores a la prohibición.
Nigeria es considerada la «nación cripto» de África, y en esta región del mundo, el Bitcoin y otras criptomonedas tienen un impacto mucho más pronunciado que en el resto del globo. Según el Banco Mundial, se estima que cerca de 20 millones de nigerianos, que suponen el 20% de la población, están en riesgo de entrar en la pobreza en 2022 debido a la crisis económica derivada del COVID. Por ello, no es de extrañar que los ciudadanos nigerianos busquen vías de financiación alternativa, algo que las criptomonedas ofrecen.
Nigeria no es el único país cuyo gobierno mira con recelo al Bitcoin. La escena internacional está bastante dividida en lo que respecta a las criptomonedas, ya que, al igual que países como Nigeria persiguen judicialmente a este sector, hay países, como Irán, que apoyan abiertamente el uso de criptos.