¿Por qué nos molesta tanto que nos eliminen de Facebook?
Hasta antes de que se popularizasen las redes sociales, terminar una amistad o una relación requería una dosis de explicaciones, y era algo que generalmente venía motivado por una serie de desprecios previos…
Sin embargo, en el universo 2.0 es tan fácil como darle al botón de «Dejar de ser amigos» en Facebook o como dejar de seguir en Twitter para no continuar oyendo hablar de esa persona.
Pero esa facilidad para el «unfriend» no evita que la persona a la que se deja de seguir se sienta agraviada y se pregunte ¿por qué me ha dejado de seguir? ¿qué he hecho yo?… Todos hemos sentido esa sensación alguna vez.
Que te dejen de seguir en Twitter supone que te plantees si estás haciendo algo más a nivel profesional, si ya no eres un personaje interesante o simplemente tus tweets son aburridos y no aportan nada a la comunidad. En Facebook es diferente, suponen un rechazo a la amistad, cerrar la puerta a la vida personal del otro, y un agravio que fomenta el qué dirán y el patio de vecinos en el que a menudo se convierte Facebook: ¿sabes que fulanito y menganito ya no son amigos?
Algunos, como se muestra en la viñeta cómica de esta semana, incluso van a pedir explicaciones. ¿Serviría de algo? Personalmente, creo que no.