La criptografía sirve para cifrar contenido privado mediante enigmas que solo alguien con conocimientos pueda descifrar. Esta técnica se puede implementar en los dispositivos móviles y es especialmente recomendada para aquellas personas que comparten secretos con otras, pero no quieren que nadie más los sepa.
La criptografía no protege el 100 % de los datos, también depende del usuario y el uso consiente del móvil
En este sentido, sirve para proteger datos de comunicaciones. La persona que envía o recibe el mensaje puede, mediante la criptografía, descifrar el contenido aplicando diversos métodos. Uno de ellos es la transposición, que consiste en intercambiar de ubicación los caracteres alterando por completo el mensaje original. También, se usa la sustitución que, a diferencia de la transposición, se cambian caracteres por otros elementos que dejan sin sentido el escrito… si emisor y receptor conocen la técnica criptográfica con la que se ha enviado el mensaje, podrán comunicarse entre sí, pero solo ellos.
En el fondo, es la técnica que emplean nuestras aplicaciones de mensajería instantánea para cifrar los mensajes extremo a extremo. Por si no lo sabias, WhatsApp y Telegram, dos apps de mensajería instantánea cuentan con esta metodología de seguridad. A pesar que los mensajes de WhatsApp no son 100 % seguros estos se envían protegidos con claves de seguridad que evitan, en caso de ser interceptados a través de ataques cibernéticos, ser leídos por intrusos… o por los gobiernos.
Cada vez que se usa el móvil, bien sea para guardar música, hacer una llamada, pagar con el dispositivo o entrar en una web, estamos dejando una huella digital. Se trata de un hilo que al seguirlo nos puede llevar a un mar de información privada muy vulnerable para el usuario como dirección, edad, teléfono o incluso un momento bochornoso que siempre ha querido olvidar.
Quizá consideras que esto no es importante o no es síntoma de alarma, pero debes saber que al regístrate en cualquier servicio o descargar un app, estás permitiendo que las empresas tengan acceso a tu información. Es más, esos datos son 100 % comercializables por parte de la empresa que los registra. Si la información es usada por tiendas o negocios para mejorar la experiencia del usuario no es mayor problema, pero también pueden emplearse con fines menos lícitos.
Nadie con acceso a internet está exento de que su información sea empleada con estos fines, por eso es fundamental contar con sistemas de seguridad en los móviles.
¿Cómo proteger los datos usando esta técnica de cifrado?
Existen muchas formas de no ser víctima de robos cibernéticos de datos o información privada del móvil:
-Cifrando los mensajes: antes de enviar un mensaje digital se debe verificar si la herramienta que se va a emplear cuenta con un método criptográfico dentro de sus funciones. Herramientas como WhatsApp o Telegram ya envían todos los mensajes de forma cifrada.
-Leer las políticas de privacidad: el usuario está acostumbrado de aceptar estos términos sin antes leerlos. Es importante revisar los acuerdos antes de descargar la herramienta, considerando que pueden existir otras opciones que no solicitan tantos datos privados.
-Software criptográfico: hay soluciones tecnológicas que podemos instalar en el móvil que cuenta con estas funciones de cifrado. Logran detectar intrusos, softwares maliciosos (software que se instala para tomar datos privados sin autorización) o cualquier elemento que atente contra la seguridad.
-Conexiones seguras: al estar en la calle y encontrar una red pública libre es mejor no ingresar si no es confiable. Cuida la seguridad de tu conexión a Internet solo ingresando en lugares seguros.
La protección de los datos no es 100% responsabilidad de herramientas tecnológicas o de la criptografía. El usuario debe educarse en materia de seguridad y saber en qué está fallando. Es muy sencillo caer en trampas tecnológicas, incluso para personas con experiencia. Sin embargo, con un usuario educado, consiente y con ganas de proteger su información, es posible combatir estos problemas.