Google abrirá su primera tienda física

Google ha hecho público que este verano abrirá en el barrio de Chelsea, en Nueva York, su primera tienda física. La tienda estará situada bajo las oficinas de la empresa, en las que trabajan más de 11.000 empleados, y venderá teléfonos Pixel, produdtos de Google Nest, smartwatches de Fitbit –compañía que adquirió en enero de este año- y ordenadores Pixelbooks.
La primera tienda física permanente de Google estará muy cerca de la tienda de Apple en Nueva York
El anuncio de que Google abrirá su primera tienda física tiene lugar veinte años después de que Apple, el gran rival de la empresa, tomase la misma decisión. De hecho, el concepto de tienda que está planteándose Google es muy similar al de los Genius Bar de los establecimientos de Apple, donde los dependientes son expertos conocedores de los productos de la marca. Además, la tienda de Google estará situada a pocas manzanas de donde tiene Apple su principal establecimiento en Nueva York.
En este sentido, la de Google no se tratará solo de una tienda a la que los clientes acudan para comprar teléfonos, ordenadores o smartwatches. La idea es que funcione también como taller y consultorio para que los usuarios de estos puedan solucionar problemas técnicos o recibir ayuda en la instalación y configuración de aplicaciones.
Hasta ahora, Google había abierto tiendas temporales en distintas ciudades como Londres, Chicago o la propia Nueva York. Pero el objetivo de estas tiendas se limitaba a mostrar a los clientes el funcionamiento de los productos de Google, organizar talleres y hacer alguna compra. A diferencia de estos comercios efímeros, el establecimiento que abrirá Google este verano en Nueva York será permanente.
Google se ha limitado hasta el momento a vender sus productos a través de su página web o de distribuidores externos a la compañía, como Best Buy o Amazon. La decisión de pasar a vender su tecnología en su propia tienda tiene precedentes exitosos en otras empresas del sector, como es el caso de Apple, pero también de fracasos. El pasado verano Microsoft echó el cierre de sus más de ochenta tiendas físicas para volver a centrarse en la venta por Internet.