Cómo protegerse de las amistades peligrosas en Internet
Hoy se celebra el Día Internacional de la Amistad, jornada organizada por la Organización de las Naciones Unidas cada 30 de julio con el objeto de «cultivar lazos de camaradería y contribuir a los cambios necesarios para alcanzar una estabilidad duradera, tejer una red de apoyo social que nos proteja a todos y generar pasión por lograr un mundo mejor, todos unidos por el bien común», según se refleja en el documento fundacional del organismo supranacional.
Esta definición puede aplicarse tanto al mundo real como al virtual. La popularización de Internet y las redes sociales ha facilitado enormemente el establecimiento de nexos de unión entre los distintos individuos. En el universo 2.0, la amistad puede desarrollarse de muchas maneras y a miles de kilómetros de distancia, pero también puede ser utilizada con fines perversos por personas que se enmascaran detrás del anonimato que proporciona un perfil en una red social.
En este sentido, la compañía de software de seguridad ESET ha recopilado una serie de consejos para no caer en la trampa de las amistades peligrosas que pueden acecharnos por la red si no andamos ojo avizor. Conviene recordarlo, como también señalar que no sólo en Internet podemos tener problemas con personal malintencionadas, sino que hay que estar también siempre alerta en el mundo 1.0 y desconfiar de quien se acerca a nosotros con oscuras intenciones.
-Atención con lo que publicamos en redes sociales. A día de hoy, quien más y quien menos aprovecha el verano para bombardear a sus contactos con fotografías a través de las redes sociales, ya sea para estar en contacto con nuestras amistades o para provocar envidias.
Sin embargo, muchas veces caemos en la tentación de mostrar nuestra alegría y momentos inolvidables disfrutados durante este periodo estival (solos o en familia) a todo el mundo sin excepción. Esto es una mala idea, sobre todo si en esas fotografías y vídeos se incluye a personas que no han dado su permiso o a menores sin autorización de sus padres, con lo que podríamos estar nosotros mismos cometiendo un delito.
En este sentido, es necesario limitar el alcance de nuestras publicaciones a aquellos usuarios más cercanos. Para eso deberemos primero separarlos por grupos para que, cuando vayamos a compartir contenido en redes sociales, solamente puedan verlo aquellas personas que nosotros queramos. Obviamente, nuestros contactos también han de estar educados para no compartir esas publicaciones con otras personas; si no, esta precaución no sirve de nada.
-Precaución con nuevos contactos que no conocemos del todo. Además, durante el verano solemos hacer muchas amistades temporales, normalmente porque coincidimos con esas personas en una ubicación o un evento en concreto.
Es posible que ese primer contacto después se traduzca en una petición de amistad en redes sociales y ahí es donde deberemos aplicar muy bien nuestro criterio para decidir si merece la pena que esa persona que acabamos de conocer o con la que hemos compartido apenas unas horas merece estar al tanto de nuestra vida.
-Ofertas tentadoras que comparten todo tipo de contactos. El verano es también una época en la que observamos cómo vuelven a aparecer estafas recurrentes y también alguna nueva. Por eso debemos estar atentos a cualquier comunicación fuera de lo normal que provenga de contactos que podemos, o no, conocer, ya sea a través de correo electrónico o de mensajes en redes sociales o incluso WhatsApp.
No es raro ver cómo aparecen mensajes que anuncian billetes de avión o paquetes de vacaciones a precio de derribo y, si bien hay posibilidad de encontrar ofertas irresistibles de última hora, éstas se suelen anunciar en portales de confianza y no mediante mensajes intercambiados entre usuarios particulares. Por eso mismo, si pulsamos sobre alguna de estas supuestas ofertas, debemos ir con mucho cuidado a la hora de enviar cualquier tipo de información personal, así como también a la hora de descargarnos cualquier aplicación sugerida mediante el envío de un enlace o aparecida tras rellenar una encuesta.
-El ciberacoso no entiende de vacaciones. Si hay un problema que ha ido aumentando durante los últimos años y que no se detiene ni siquiera en vacaciones, ése es el ciberacoso sufrido, sobre todo, por muchos menores. Algunos pueden pensar que este tipo de ataques sólo ocurren en el ámbito escolar.
Sin embargo, la utilización de las redes sociales permite que víctima y acosador o acosadores sigan en contacto incluso durante el periodo estival y que los insultos y burlas no se detengan durante estos meses. Es importante aprovechar que se va a pasar bastante tiempo en familia para abordar este tema y buscar soluciones y así comenzar el nuevo curso sin arrastrar los problemas del anterior.