¿Qué es el agile marketing y qué ventajas tiene?

Agile marketing es una nueva metodología de trabajo que permite generar estrategias y acciones de marketing de forma más rápida y eficiente. Esto es posible a una gestión de proyectos a corto plazo, de forma que se garantiza el cumplimiento de los objetivos propuestos de acuerdo a las principales necesidades de cada momento.
La metodología «agile» se basa en agilizar todos los procesos y hacer que el trabajo sea lo más eficiente posible.
La metodología «agile» no es exclusiva del marketing. Fue creada en 2001, con la redacción del primera Manifesto Agile y, en aquel primer momento, se enfocaba en el desarrollo de software. Más tarde, esta metodología de trabajo ágil se fue adaptando a los diferentes sectores y, hoy en día, está ampliamente implementada, por ejemplo, en la gestión de proyectos.
Ahora que ya sabemos en qué consiste esta metodología y su origen, vamos a ver cuáles son sus principales ventajas para el marketing:
-Centrarse en el valor para el cliente: Tradicionalmente, en el marketing se suele escoger la cantidad sobre la calidad. Más seguidores, más publicaciones en redes sociales, más «me gusta», etc. Aunque está claro que la cantidad es importante, no lo es todo. Lo ideal es fijar unos objetivos a corto plazo y medir los resultados a intervalos de, por ejemplo, dos semanas. Esto permite encontrar errores pronto y aplicar nuevas estrategias o planificar nuevas acciones.
-Aprender a través de la experimentación: Al producir contenidos de forma más rápida, esta metodología permite aprender a través de la experimentación y los datos, no a través de las opiniones. Para ello, es necesario realizar test A/B, participar en tormentas de ideas (con el equipo y también con la comunidad) y tomar decisiones de futuro mediante el estudio de los datos recogidos.
-Publicar contenido más rápido: Uno de los puntos fuertes de la metodología agile es que todo el equipo de trabajo debe centrarse en terminar los proyectos y publicarlos. De esta forma, es posible ofrecer valor en fases tempranas y no esperar a que un contenido esté perfecto. Al contrario, si una vez publicado se encuentran errores, es posible trabajar en corregirlos y actualizarlos.
-Capacidad de adaptarse y cambiar: La pandemia del COVID-19 nos ha dejado clara una cosa, y es que hay que saber esperar lo imprevisto y, más importante, adaptarse a cualquier tipo de situación. La metodología agile, al invitarnos a estudiar los datos en intervalos de tiempo cortos, permite también que nos adaptamos rápidamente, cambiando la estrategia o la planificación de los contenidos para adaptarnos a una nueva realidad, moda o tendencia. Además, a medida que se aprende más sobre el rendimiento del proyecto, también es posible planificar mejor los contenidos futuros.
-Aprender nuevas habilidades: La metodología agile invita a los miembros de un equipo de trabajo a aprender nuevas habilidades. Por ejemplo, un profesional del marketing digital, podría aprender diseño gráfico para adelantar parte del trabajo creando imágenes que ilustren un contenido o disponer de la capacidad para revisar ese contenido visual. Esto permite a los profesionales mejorar y aprender habilidades nuevas, evitando de esta forma estancarse o caer en la monotonía.