¿Qué es la búsqueda semántica y cómo funciona?

La búsqueda semántica intenta aplicar la intención del usuario y el significado (la semántica) de las palabras y frases que utiliza para encontrar el contenido más adecuado. En este caso, se trata de ir más allá de la concordancia de palabras clave, ya que utiliza información que puede no estar presente de forma inmediata en el texto, pero que está estrechamente vinculada a lo que el buscador desea.
La búsqueda semántica permite a los nuevos algoritmos de Inteligencia Artificial de Google «predecir» las búsquedas de los usuarios y comprender una consulta dentro de su contexto geográfico o temático.
De esta forma, la búsqueda semántica aplica la intención del usuario, el contexto y los significados conceptuales para hacer coincidir una consulta del usuario con el contenido correspondiente. Para ello, se utiliza la búsqueda vectorial y el aprendizaje automático para devolver resultados que pretenden coincidir con la consulta del usuario, incluso cuando no hay coincidencias de palabras. Estos componentes trabajan para encontrar y clasificar los resultados en función de su significado, siendo el contexto una de las piezas más importantes.
El contexto en el que se produce una búsqueda es importante para entender lo que un buscador está tratando de encontrar. El contexto puede ser tan simple como el espacio geográfico. En este sentido, un motor de búsqueda inteligente utilizará el contexto a nivel de búsqueda. Esto significa que el resultado para la búsqueda «partido de fútbol» será diferente para un usuario en España y para otro en EEUU, ya que la palabra tiene significados diferentes en las dos regiones.
De esta forma, a nivel de personalización, la búsqueda semántica toma información sobre los gustos, las búsquedas anteriores y las interacciones previas en el buscador para ofrecer una lista de resultados que se adaptarán a lo que busca el usuario.
Por otra parte, a nivel más general, un motor de búsqueda puede volver a clasificar los resultados utilizando información sobre la forma en que todos los buscadores interactúan con los resultados de la búsqueda, como los resultados que más clics reciben o incluso en base a la estacionalidad de los resultados más populares.
La búsqueda semántica también puede aprovechar el contexto dentro del texto, utilizando los sinónimos para mejorar la búsqueda por palabras clave, ampliando así las coincidencias de las consultas con los contenidos relacionados.
Por otra parte, los motores de búsqueda también deben en cuenta la intención del usuario al realizar una búsqueda. Los motores de búsqueda deben ser capaces de adelantar la intención de búsqueda para encontrar los resultados realmente importantes y eliminar aquellos que no sean adecuados, incluso si coinciden textualmente.
¿Cómo se diferencia la búsqueda semántica de las palabras clave?
Aunque en ambos casos, los motores de búsqueda utilizan el procesamiento natural del lenguaje para mejorar la concordancia entre palabras, la búsqueda semántica es capaz de ofrecer resultados en los que no hay un texto que coincida, algo que no puede hacer la búsqueda por palabras clave.
En resumen, la gran diferencia radica en cómo se produce la correspondencia entre la consulta y los registros. Mientras que la búsqueda por palabras clave se produce por coincidencia en el texto, en la semántica, la búsqueda es mucho más amplia, utilizando conceptos y siendo capaz de ofrecer resultados en varios idiomas.
Es decir, que la búsqueda semántica aporta una mayor inteligencia para coincidir en conceptos más que en palabras, mediante el uso de búsqueda vectorial. Con esta inteligencia, la búsqueda semántica puede actuar de forma más parecida a la humana.