¿Qué puede pasar con las criptomonedas en el futuro?

Mayo fue el mes negro de las criptomonedas dentro de su año dorado. Las vísperas del verano han visto como la mayoría de las criptomonedas se precipitaban desde las alturas de sus precios máximos históricos y ha dejado una estabilidad muy por debajo de esas cotas. El Bitcoin, la cripto de referencia, que tocó techo cerca de los 60.000 dólares se mantiene rebotando entre los 30.000 y los 40.000 dólares, sin decantarse por una subida o un desplome total. ¿Qué pasará a partir de ahora?
Las leyes anti-Bitcoin de China han supuesto un duro golpe para las criptos…pero es algo que lleva pasando desde 2013
Es imposible predecir con un 100% de exactitud qué es lo que ocurrirá con los precios de las criptomonedas, pero los datos pueden ayudar a formar una imagen de lo que está por venir. En primer lugar, hay que conocer los motivos de la caída de mayo.
La prohibición de China a sus bancos de operar con criptos y el cierre de granjas de minado ha sido el detonante fundamental de la caída. A ello hay que sumar que Tesla, la empresa de coches eléctricos propiedad de Elon Musk, reculase en su plan de aceptar Bitcoin como método de pago para sus coches.
Sin embargo, la cruzada de China contra las criptomonedas no es nada nuevo, al igual que tampoco lo es el impacto las acciones del país asiático sobre el precio del Bitcoin y compañía. De hecho, los titulares sobre los ataques chinos hacia el entorno de las criptomonedas se pueden trazar hasta 2013.
Por ejemplo, en 2013, China declaró que el Bitcoin no era una divisa válida, lo que provocó que a lo largo de una semana, Bitcoin perdiese el 15% de su valor. En 2014, BTC38, uno de los mayores exchanges de China canceló la entrada de nuevos depósitos debido a la presión del gobierno, lo que hizo que el precio se desplomase un 20% durante la semana siguiente. La lista sigue y sigue hasta las últimas noticias sobre China y las criptomonedas y el resultado siempre es el mismo: una caída inmediata seguida de, invariablemente, una recuperación posterior.
Es por eso que, a pesar de que la segunda mayor economía del planeta parezca estar en guerra con las criptomonedas, estas han demostrado ser bastante resilientes en este caso en concreto. Por lo tanto, se puede deducir que las acciones de Tesla, cuyo peso político y económico es varios órdenes de magnitud inferior al de China, no tendrán un impacto mayor sobre las criptos.
Pero no hay que olvidar que no todo es Bitcoin. Un dato muy significativo es que durante la última caída de precios, el número de ballenas de Bitcoin (carteras con más de 1.000 Bitcoin) ha disminuido, mientras que las ballenas de Ethereum (carteras con más de 10.000 ETH) han aumentado notablemente, lo que parece indicar una confianza mayor en el futuro de Ether, a pesar de que Bitcoin haya sido una de las criptos que mejor se han recuperado durante junio.
En cuanto al resto de criptos (las conocidas como altcoins) hay que esperar que se comporten de una manera u otra utilizando el Bitcoin como modelo. Si Bitcoin crece de nuevo, lo más probable es que las altcoins crezcan mucho más con respecto a Bitcoin. Pero si Bitcoin mantiene una tendencia a la baja, hay que esperar que las altcoins no rindan demasiado bien.
En resumen: si nos fijamos en la historia, la persecución china de las critpos, aunque ciertamente catastrófica a corto y medio plazo, no supone, ni de lejos, un golpe mortal para las criptomonedas. De hecho, hay algunos brotes verdes en forma de regulación estatal, iniciados por el gobierno de El Salvador al declarar el Bitcoin como moneda de curso legal. Dependiendo de lo que haga el Bitcoin (subir o bajar), las altcoins se comportarán de una manera o de otra: o bien subirán como la espuma, o bien sufrirán más que el propio Bitcoin.